El portavoz del PSOE en Santiago, Francisco Reyes, ha lamentado que la dimisión del edil Adrián Varela no llegase, como pedían los socialistas, después de trascender las escuchas de la operación Pokémon en las que se evidenciaba "persecución" a un sindicato, toda vez que el hasta ahora responsable de Deportes pedía despedir a la mujer de un sindicalista de la CIG.
Antes de trascender que Varela había sido llamado a declarar en calidad de querellado, el portavoz socialista ha subrayado, en rueda de prensa, el hecho de que las explicaciones del exedil fuesen "más bien" en la línea de que es "una decisión personal", antes de lamentar que su dimisión no se concretase antes "a consecuencia" de la transcripción de las conversaciones telefónicas.
"Entendemos que tuvo que haber presentado su dimisión en ese momento y por ese motivo", ha subrayado, para añadir, además, que los socialistas consideran a Varela una "víctima" de las "peleas internas" que sufre la Corporación "como mínimo desde hace dos años" y el resultado "de un enfrentamiento claro y público con el alcalde y la primera teniente de alcalde, Reyes Leis".
Por parte del PSdeG, ha señalado que si Varela entiende el paso dado como "una decisión personal", su partido la "respeta". Además, los socialistas le han deseado "lo mejor en su vida personal y en el futuro profesional" que iniciará a partir del momento en que "deje la Corporación".
Un gobierno "en evidencia"
Preguntado sobre cómo afecta este paso al gobierno local, Reyes ha replicado que lo pone "en evidencia", toda vez que, a su entender, "una decisión personal" como la tomada por el hasta ahora edil de Deportes la deberían haber adoptado los otros siete ediles procesados por autorizar el pago de su defensa, en junta de gobierno, en el marco de la operación Pokémon.
"Pudieron haber evitado esa foto (la del banquillo) que tanto daño hizo a nuestra ciudad y, sin embargo, no fueron capaces de hacerlo", ha lamentado, para añadir, a reglón seguido, que el gobierno local "no funciona".
Según Reyes, ahora ya "no se puede hablar de un bipartito del PP" en la capital gallega, sino de "un multipartito". "Es evidente que en este momento cada uno va por su lado, no existe ya coordinación, dirección única, ni rumbo, ni timón ni timonel; con independencia de la dimisión de Varela, el gobierno local es un barco a la deriva claramente", ha zanjado.