Colabora

Defensa dice ahora que ve “complicado” el buque para Navantia

Argüelles admite que se sigue sin el contrato porque el "Consejo de Ministros ha de aprobar primero el aumento del techo de gasto del ministerio".

El futuro de Navantia Ferrol-Fene no está despejado. Todo lo contario. La falta de una política naval y la descoordinación entre los ministerios de Industria y Defensa pueden repercutir y crear más incertidumbre sobre el futuro de los astilleros de la ría ferrolana. El menos, así se desprende de la afirmación de Pedro Argüelles, quien ha admitido este martes que ve "complicado" el buque para Navantia. El secretario de Estado de Defensa ha anunciado que todavía sigue sin haber fecha concreta para la firma del contrato ya que "el Consejo de Ministros ha de aprobar el aumento del techo de gasto de Defensa". Si bien ha explicado que el barco -un buque de acción marítima BAM, con una inversión de 200 millones de euros- está ya "en proceso de contratación", aunque dice que es un "proceso complicado". Hace una semana, el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) confirmaba la construcción del BAM en Navantia Ferrol-Fene. Al día siguiente, la empresa pública dio un paso inesperado para los intereses de los astilleros gallegos. Ramón Aguirre descartaba de plano las factorías ferrolanas y anunciaba que sería la planta gaditana de Puerto Real la encargada de la construcción de un buque gasero encargado por Gas Natural a la SEPI.

El Ministerio de Defensa espera que en las "próximas semanas" quede definido el contrato para la futura construcción por parte de Navantia de dos nuevos buques de acción marítima (BAM) para la Armada -uno será construido en Navantia Ferrol y otro en Cádiz-, que tienen un presupuesto estimado de 400 millones de euros y un plazo de 30 meses. Así lo ha afirmado este martes el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, durante un desayuno informativo en Madrid, donde ha explicado que los barcos están ya "en proceso de contratación", si bien ha dejado claro que se trata de un "proceso complicado".

Para comenzar la construcción de los buques, el Consejo de Ministros ha de aprobar primero el aumento del techo de gasto de Defensa, después dar el visto bueno al contrato que se suscriba entre Defensa y Navantia y, por último, dar luz verde la fórmula de financiación que decida el Ministerio de Industria.

Esto se explica porque los dos barcos se financiarán con cargo a los programas especiales de armamento. Así, Industria facilita anticipos a las empresas contratistas -en este caso Navantia-, siempre a interés cero, y una vez entregado el material, todo o parte, Defensa abona el gasto y el contratista devuelve el anticipo.

El secretario de Estado ha asegurado que "todo esto ya está en marcha" y por eso el ministerio espera que "en los próximos meses, semanas", se pueda comenzar a "traducir este esfuerzo en hecho concretos que se puedan trasladar a la opinión pública".

Nada que ver con el programa de fragatas

La construcción de los dos buques de acción marítima, según Argüelles, no tiene "nada que ver" con un posible retraso en el programa de las nuevas fragatas F-110 puesto que ambos proyectos "no se mueven en el mismo calendario".

Según ha explicado, las fragatas tienen "un desarrollo más lento" y, por lo tanto, su puesta en funcionamiento es vista "más a futuro" que los BAM. Sobre éstos, Argüelles ha resaltado que "cumplen excepcionalmente bien las necesidades operativas" de escolta que pueda tener la Armada.

En cuanto a la futura concentración del sistema de compra de armamento y material en una agencia única, el número dos del Ministerio de Defensa considera que se trata de un "proceso evolutivo" que requerirá años así como un "desarrollo prudente" para no precipitarse y evitar "desorden administrativo".

Todavía en el primer paso

En este sentido, Argüelles ha explicado que en este proceso el ministerio aún se encuentra en su "primer escalón", que es la concentración de los grandes programas en la Dirección General de Armamento para unificar la adquisición de material que actualmente se encuentra en manos de los Ejércitos de Tierra y del Aire y de la Armada. Para hacer realidad este primer paso, el Gobierno aprobará próximamente un decreto.

"Nos va a dar una capacidad de gestión de los programas más unificada, con criterios y políticas comunes, nos va a permitir tener un diálogo con la industria unificado en ventanilla única y eso nos permitirá hacer una política de desarrollo industrial e impulso tecnológico más coherente y mejor gestionado. Son metas ambiciosas que requerirán unos años hasta que se consoliden y posteriormente se podrán acometer fases adicionales", ha indicado.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario