Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han identificado a una veintena de jóvenes este jueves al término de la manifestación convocada por el Sindicato de Estudiantes en Vigo, y ha trasladado a tres de ellos a comisaría, al ser menores de edad y carecer de documentación.
Los hechos tuvieron lugar cuando ya había terminado la protesta formalmente convocada y anunciada, que salió a mediodía de la Plaza de América y, al llegar a Urzáiz, se dio por concluida. La marcha se disolvió antes de finalizar el recorrido previsto porque un grupo de jóvenes le salió al paso gritando consignas independentistas e increpando a quienes participan en la manifestación al grito de "¡Españolistas!".
En ese momento, varias de decenas de chicos (de los que salieron al paso de la manifestación) permanecieron cortando el tráfico en la calle Urzáiz, y se dirigieron hacia Colón en dirección a la delegación territorial de la Xunta, que estaba fuertemente custodiada por unidades policiales antidisturbios.
Los jóvenes fueron bloqueados por la Policía, que les impidió el paso en la calle Colón y, tras unos momentos de tensión, con gritos por parte de los chicos, varios agentes se dirigieron a ellos para conminarles a despejar la zona, dejar de obstaculizar el tráfico y disolverse, dado que esa protesta no estaba autorizada.
Aunque inicialmente los chicos amagaron con irse, en cuanto los vehículos policiales se marcharon, reiniciaron el paso hacia el edificio de la Xunta. Allí, a pocos metros de la delegación territorial, fueron de nuevo interceptados y los agentes identificaron a varios de ellos, los cachearon y revisaron sus mochilas.
Casco y máscara
Uno de los chicos, que iba ataviado con casco y máscara, llevaba en el interior de su bolsa una botella de whisky, un alicate, una pequeña lima, una pistola de juguete y otros efectos que fueron requisados y de los que se levantará acta para tramitar la correspondiente denuncia administrativa.
Además, otros tres jóvenes fueron trasladados en vehículos policiales a comisaría, al carecer de documentación. Los jóvenes denunciados (en este caso sus padres, se enfrentan a multas cuya cuantía mínima es de 300 euros).