El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha protagonizado una de las imágenes del día en su discurso en la Conferencia de Embajadores, durante el cual varios de ellos se quedaron dormidos escuchando las declaraciones del dirigente socialista.
Esta peculiar estampa se ha dado después de que el titular de Exteriores haya evitado calificar a Nicolás Maduro como dictador y de que haya propuesto una negociación a iguales entre el narcodictador venezolano y la oposición democrática de Venezuela, liderada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
Así, ha manifestado su apoyo a los venezolanos sin importar la "división entre chavistas y no chavistas" al tiempo que ha pedido una "solución genuinamente venezolana". Todo ello, mientras ha acusado al magnate sudafricano Elon Musk de querer condicionar la intención de voto en Europa.
De esta forma ha mantenido el Ejecutivo su posición después de que el pasado viernes Nicolás Maduro tomase posesión de su tercera legislatura en un ambiente dictatorial en una capital blindada para evitar la llegada al poder de González. Todo ello, sin que el Gobierno haya reconocido al líder opositor como el presidente electo del país y manteniendo una posición de intermediación con constantes contactos con el Gobierno de Maduro.
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