Leticia Vaquero hace un repaso sobre la información en el programa En casa de Herrero. Desde el mes de julio todos los vehículos de nueva matriculación tienen que llevar una preinstalación que conecte un alcoholímetro anti arranque. Este dispositivo se denomina Alcoholock y es capaz de detectar la tasa de alcohol en los conductores, evitando así que se ponga en marcha el automóvil cuando la persona supera el máximo permitido. De momento no es obligatorio su uso, excepto en los nuevos vehículos de transporte de viajeros, como los autobuses.
El alcohol es la segunda causa de accidente. Uno de cada tres conductores supera la tasa cuando hay algún incidente. La Unión Europea está buscando soluciones para remediar este problema, entre ellas el Alcoholock, alcoholímetros en los vehículos que bloquean el arranque si el conductor sopla y da positivo.
Leopoldo Bermúdez, director del grupo de tecnología de la Dirección General de Tráfico, señala que este sistema está preparado para evitar posibles fraudes. Desde 2022, según acordó la UE, todos los nuevos modelos de automóvil deben contar con su preinstalación, aunque su uso, de momento, solo es obligatorio para el transporte de pasajeros por carretera. Autobuses o autocares de nueva instalación que dispongan de esta interfaz estarán obligados a utilizarlo. La compañía Alsa ya lo ha incorporado a 500 de sus autobuses. La instalación del sistema tiene un coste bastante elevado, entre 600 y 1000 euros.
A parte de estas medidas, el Gobierno está barajando otras como la reducción de la tasa máxima de alcohol en sangre: de los 0,5 gramos por litro actuales a los 0,2. Los dispositivos Alcoholock podrían ayudar a reducir la reincidencia al volante o ser una medida re-educadora como alternativa a los casos que terminan con la retirada del carnet.
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, ha querido comentar su opinión en el programa. El experto cree que sí que es posible esta medida, con ayuda de la tecnología se llegarán a reducir los accidentes de tráfico en un futuro.
La Unión Europea quiere evitar los accidentes a través de la tecnología, los vehículos nuevos están obligados a tener incorporada este nuevo sistema, siendo los distintos países quienes deciden cuándo sera obligatoria la instalación de éste. En el caso de España ya hay una obligatoriedad, afectando solo a los conductores de autobuses con más de nueve plazas.
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