Según ha informado el Diario SEGRE, Rosa Peral, condenada 25 años de cárcel por el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona, ha sido acusada de ordenar una agresión a una funcionaria de la prisión. La funcionaria fue brutalmente agredida cuando una reclusa intentó asfixiarla y le arrancó varios mechones de pelo. Rosa ha sido acusada de haber pagado con tabaco o droga a una compañera para que cometiera esta agresión.
Esta mañana la abogada de Rosa Peral ha negado en las pantallas de Telecinco la vinculación de su clienta con los hechos. Desde la Consejería Catalana no existe ninguna sanción que penalice a la acusada sobre estos hechos.
Sin embargo, no es la primera vez que la condenada se ve implicada en un altercado en prisión. Alfonso Egea ha confirmado que Rosa Peral habló con una reclusa sobre sus intenciones de asesinar a Rubén, exmarido de la acusada.
La agresión es difícil de demostrar, pero puede ser totalmente posible. Sin embargo, el expediente se terminará cerrando sin saber si Rosa ha estado implicada o no en la agresión. Ahora mismo no hay ninguna investigación de los hechos adelante, por lo tanto, no acabará con una sanción para la reclusa.
Otro caso conmovedor es el de Caroline del Valle, una joven desaparecida en Sabadell a la edad de 14 años. Hace nueve años se perdió su rastro en una zona de discotecas y desde entonces no se ha descubierto ningún indicio de qué pudo pasar.
Su madre, Cristina, ha pedido a los Mossos d´Esquadra que realicen un retrato actualizado de su hija para ver cómo sería a día de hoy. Con esto, Cristina tiene la esperanza de que alguien haya visto a su hija desaparecida. Este retrato refleja cómo sería Caroline con casi 24 años, aunque no tiene ninguna validez forense.
Cristina reivindicó que no se trató el caso de su hija como procedía. Se empezó a investigar un mes y medio más tarde porque se pensaba que la niña se había escapado de forma voluntaria. La familia pide que se vuelva a interrogar a los testigos que estuvieron con la niña aquella noche, dado que cuando sucedieron los hechos eran menores de edad y la ley les amparó. La justicia ha denegado que se vuelva a tomar declaración debido a la pertinencia de la prueba y justificando que ya fueron interrogados en su momento.
Justine, uno de los chicos que salió con Caroline aquella noche, declaró que tres personas perseguían a la niña dado que ella había robado el móvil de uno de ellos. Justine se convirtió en el sospechoso principal de la investigación, pero nunca se llegó a encontrar ninguna prueba que lo incriminase.
Alfonso Egea ha comentado esta desaparición en Sucesos en el programa En casa de Herrero. Ha diferenciado dos tipos de desapariciones, y la de Caroline se tomó con una excesiva ligereza. Una niña de 14 años desapareció y el caso se trató con negligencia, pues no se alcanzaron los mínimos exigibles en una investigación policial. El ordenador portátil de la niña estuvo durante años en casa de su madre y nadie fue a buscarlo, nadie se acercó a investigar sus pertenencias. No se puede consentir que en algunos casos de desaparición se lleven a cabo ciertas medidas y en otros casos no se haga nada, como en el caso de Caroline
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