"Mientras rodábamos de noche en las vías cuando el tren no funcionaba, creíamos ver cosas y, a veces, nos encontramos con personas que habían fallecido"
Esto ha contado Luis Prieto, director de la película Estación Rocafort, sobre el rodaje de la película en el metro de Barcelona. Tanto él como la protagonista de esta historia, Natalia Azahara, han hablado con Sergio Pérez durante su entrevista en esCine.
Un misterio que durante años ha sacudido a la estación de Metro de Rocafort en Barcelona entra de lleno en la vida de Laura (Natalia Azahara) cuando empieza a trabajar en esta vieja y tranquila parada. No tardará en descubrir una leyenda que la empezará a perseguir: allí ha muerto mucha gente en extrañas circunstancias. Laura, decidida a descubrir la verdad, pedirá ayuda a Román (Javier Gutiérrez), un curtido expolicía que alberga sus propios demonios relacionados con el caso. Lo que sea que ocurre en la estación maldita sigue sucediendo a día de hoy. Irá a por ella, y a por todos los que la rodean.
Luis ha hablado sobre su interés por contar esta historia: "Por desgracia, esta estación tiene una tradición trágica donde ha muerto demasiada gente. Es la estación favorita para los que deciden suicidarse. Sabiendo el misterio de esta estación, nace esta esta historia", explicaba.
Natalia Azahara ha explicado la dificultad de interpretar el papel de Laura, su personaje en Estación Rocafort: "Fue un reto, sobre todo físico porque era todo el rato temblar, gritar correr... al final terminaba bastante cansada y me ayudó mucho a crecer. Tenía que guardar energía para todos los planos", reconocía la actriz. También ha hecho referencia al hecho de tener que transmitir al espectador sin hablar: "Tiré mucho de no entender qué me estaba pasando, eso me frustraba y me hacía gritar y pedir ayuda. Yo ya sabía a lo que venía, pero ver el estado de Laura te hacía empatizar con ella", añadía.
La importancia del sonido en Estación Rocafort es muy importante. "El primer día que bajamos a las vías del tren, oías un tren que se acercaba y, a pesar de que sabías que por ahí no pasaban trenes, mirabas a ver si venía algún convoy. Grabar el sonido dentro del túnel todavía da más miedo", admitía Luis Prieto.
Los personajes de Laura y Román (Javier Gutiérrez) son totalmente antagónicos: "No se parecen en nada. Es la ilusión de una contra la frustración del otro", sentenciaba el director. Natalia también se ha referido a este hecho: "Laura no confía en Román, por lo que se ve atrapada entre que no sabe qué hacer y que tiene que pedir ayuda a alguien que no está cuerdo, y eso lo hace más interesante porque hay cierta complicidad entre ellos".
"En ocasiones durante el rodaje, grabábamos en sitios muy amplios donde tenías la sensación de que había algo, aunque puede que estuviéramos autosugestionándonos. Mientras rodábamos de noche en las vías cuando el tren no funcionaba, creíamos ver cosas y a veces nos encontramos con personas que habían fallecido", ha explicado el director sobre la tensión que vivieron durante el rodaje.
Luis Prieto también ha hecho referencia sobre la dificultad de dirigir películas de terror: "Es muy importante el tiempo. Tienes que atrapar al espectador, metértelo en el bolsillo y dictarle el tiempo que se va a asusta o el tiempo que tiene para relajarse porque luego lo vas a volver a asustar. Los actores son los que te están marcando las pautas durante el rodaje y luego la música completa las escenas".
Las protagonistas han concluido el encuentro en esRadio haciendo un alegato a favor de la película: "Hay que ir al cine para vivir la experiencia completa. Es una película que te hace sentir más cosas más allá del miedo", ha reconocido Natalia Azahara. Por su parte Luis Prieto ha recomendado el filme afirmando que "es una película de entretenimiento donde la gente lo va a pasar mal. Ha admitido que hay gente que ha visto Estación Rocafort que "ahora tienen problemas con ir al metro y sentirse solas porque recuerdan cosas de la película".
Situación del cine en España y fuera de España
Luis Prieto es un director con un gran bagaje, el cual ya ha dirigido películas fuera de España. "Noto que la gente tiene ganas de historias. Es cierto que a veces la gente prefiere ver cine en plataformas, pero sinceramente me da igual donde lo vean. El que no ha vito cine en el cine, se lo está perdiendo. La experiencia es única, sobre todo con películas de terror, donde se están asustando cientos de personas junto a ti, y esa situación se contagia. La sensación en el cine es que da miedo, pero luego te mueres de risa. Sin embargo en casa, cuando termina la película, te mueres de miedo"
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