Muy buenos días, bienvenidos un sábado más a En Clave Rural.
Ya estamos listos para hacer el último repaso a la actualidad agropecuaria de la semana. Bueno, en este programa sería más preciso decir repaso del año porque estando a poco más de 24 horas para despedir este 2023 toca hacer balance de los últimos 364 días.
Decir que ha sido un año horribilis se nos queda corto. Empezando por una nueva PAC decepcionante que invita a la uberización del campo y el vaciado de la España rural, Costes de producción elevados, ley de la cadena insuficiente, una presión normativa o diarrea legislativa fuera de serie para todos los sectores de la agroindustria, competencia desleal de terceros países que cada vez nos venden más y nos traen más plagas, lo incendios, la competencia por el suelo con los proyectos fotovoltáicos y la priorización de la naturaleza, la incomprensión política y , desde luego el clima que en esta ocasión se traduce en una de las ocho peores sequías que se recuerdan en nuestro país.
La grave sequía experimentada el pasado abril en algunas regiones de España se convirtió en el noveno desastre climático mundial más costoso de 2023. Así se recoge en el informe 'Contando el coste de 2023: un año de crisis climática', elaborado por Christian Aid. Además de las restricciones de agua sobre el consumo humano, "la sequía ha provocado peores cosechas, incluida la de un cultivo clave como es el olivar, aparte de peores temporadas de trigo y cebada donde esas caídas de producción han llegado al 80% y convierte a este subsector en el gran perdedor de 2023." Los cálculos del impacto económico se basan en "el paquete de ayudas puesto en marcha por el Gobierno" y estiman que se llegaron a los 2.400 millones de euros, unos 45 euros por español.
Así como resumen podemos decir que la renta agraria en los últimos 20 años ha caido con las cifras de este año un 15%; la producción vegetal solo en 2023 cae el 11,7% y la ganadera un 2,5% de media aunque con recortes importantes de más de dos dígitos en ovino fundamentalmente.
La inflación también ha marcado este 2023, con un IPC de los alimentos muy por encima del índice general y superando gran parte del año los dos dígitos. La cesta básica de la compra en España se ha encarecido casi un 2%, a pesar del IVA bonificado aprobado por el Gobierno, pasando de una media de 33,67 euros a los 34,31 euros, según informa la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).
En concreto, de no haberse aplicado la bajada del IVA, los precios de los alimentos hubieran subido un 6,27%, hasta los 36,46 euros, por lo que Asufin señala que la medida no ha obrado el efecto deseado de descenso, pero sí ha contribuido a amortiguar las subidas en muchos de los productos.
Por fortuna esta medida se prorroga hasta junio pero, nuevamente y para descontento de sectores y consumidores deja fuera a las carnes y los pescados, como si no fuesen básicos de la cesta de la compra.
Pero no les destripo más el balance que para eso vamos a contar hoy con los representantes de las principales organizaciones sectoriales.
El que si que merece un balance separado es el gran protagonista de la espiral inflacionista de este año: el aceite de oliva que esta última semana aflojaba la presión alcista y solo presenta precios un 50% más altos que la misma semana de 2022.
Un alimento, pilar de la dieta Mediterránea que nos ha dejado estampas nunca imaginadas hasta ahora, los supermercados decidieron instalar alarmas antirrobo en las botellas y garrafas del producto 'marca España' por excelencia. Las almazaras, donde se almacena la materia prima, fueron objeto de los ladrones. Y pese al precio hay que destacar que los consumidores aunque algunos menos han demostrado su fidelidad este básico de la cocina española al que nos hemos resistido a renunciar.
Si nos da tiempo hablaremos de las uvas de la suerte, de las que casi consumiremos mañana unos dos millones de kilos para despedir el año, en esta ocasión poniendo en valor la finiísima piel de la variedad aledo que es la que nos llega del Vinalopó para dejar paso al nuevo año sin atragantarnos.
Ha sido un año infinito, intenso, cansino y descorazonador, si no fuese por la calidad y el sabor que siguen dejando todas estar personas que nos alimentan y nos permiten el placer de comer en el país más rico del mundo.
En fin que vamos al lio que luego llega Luis del Pino y no nos da tiempo a contárselo todo así que si Luis, nuestro director técnico está listo nos ponemos manos a la obra.
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