Una semana en la que las temperaturas y las tormentas parece que quieren darnos una tregua después de que el domingo y el lunes la fuerza del agua acompañada de viento y pedrisco rematase la desastrosa cosecha de uva de vinificación para esta campaña que esperaban en la comarca de Utiel-requena y que también afectó a zonas de Castilla – La Mancha.
La zona afectada, que ronda las 4.000 hectáreas, se centra en las pedanías de Requena de Los Isidros, Los Duques, Campo Arcís y La Portera, donde se estima que sobre 1.000 hectáreas pueden tener el hasta el 100% de pérdida de cosecha. La tormenta fue tan fuerte que en muchos casos ha producido daños en las propias cepas, destruyendo las yemas que tienen que dar la madera para la cosecha del próximo año. Esto, junto a la debilidad que vienen arrastrando los viñedos esta campaña por la "brutal" sequía padecida, hace peligrar la cosecha de la próxima campaña. A pesar de todo, de toda el agua caída no han sido suficientes para mejorar la situación, y las reservas hídricas siguen perdiendo volumen de agua embalsada y se mantienen por debajo del 37% de su capacidad.
El ministerio de Transición Ecológica señala que el 14,6% del territorio nacional está en emergencia por escasez de agua y el 24,7% en situación de alerta, ya que ha llovido un 17,1% por debajo del valor normal de referencia. Hay un dato que deja muy clara esta situación y sus consecuencias: el año pasado, ya se superó el récord de indemnizaciones agrarias por causas relacionadas con la sequía y los fenómenos extremos, y, este 2023, según el MITECO, va a haber aún más siniestralidad, de modo que las indemnizaciones superarán este año los 1.000 millones de euros.
Pero nosotros a lo verde, a seguir destruyendo represas y azudes para que los ríos fluyan libremente arrastrando a su paso cualquier infraestructura gris obsoleta por falta de inversión en mantenimiento y condenando a la escasez a los cultivos. Y este carpe diem de la naturaleza en el que nos estamos abandonando encontramos un dato curioso, y es que según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), el 41% de las zonas quemadas este año en la UE -un total de 192.851 hectáreas- se encuentran dentro de la reserva de biodiversidad de la UE Natura 2000. Justo donde ninguna actividad silvícola, agraria o ganadera puede realizarse. Quizá no sea del pastoreo o la actividad rural de lo que haya que proteger los bosques sino de los legisladores barra gobernantes ambientalistas de salón.
Por cierto, menuda enganchada en redes han protagonizado la Ministra ecologista Teresa Rivera y la presidenta extremeña Maria Guardiola por la intención de la Junta de permitir la caza en Monfragüe plagadito de ciervos y jabalíes. Eso sí una caza no lucrativa ni divertida.
Caza prohibida también para el lobo ibérico en España que ha experimentado un crecimiento del 26 % desde el último censo nacional realizado entre los años 2012 y 2014 y actualmente se puede hablar de la presencia unas 400 manadas compartidas entre comunidades autónomas y unas 380 exclusivas, lo que supone media de unos 2.800 ejemplares en nuestro país. Hablamos del principal depredador de la península que gracias a la aplicación de la «ley Ribera» ha disparado en un 19% los ataques con daños a ganadería. 35 ataques diarios hasta 12.900 ataques en 2022.
Pero de esto habrán oído o leído poco en las noticias durante la semana porque todo han sido amnistías, piganillos, lenguas y pactos de Gobierno. Mientras en nuestro negociado sigue extendiéndose y creciendo el número de animales bovinos afectados por la enfermedad hemorrágica epizoótica a la espera de que el Ministro Planas se decida a reunirse con todas las Comunidades Autónomas para coordinar un plan de actuación conjunto que resuelva la incertidumbre y las pérdidas que esta enfermedad está causando entre los ganaderos de vacuno extensivo. Planas que tan ufano en su papel de Ministro-presidente de turno negociaba las cuotas pesqueras para 2024.
Y en Córdoba se debatía sobre bienestar animal, una apuesta de los ganaderos para mejorar la productividad y rentabilidad de sus explotaciones que empieza por la salud del ganado. Y aunque nosotros pongamos el foco en el retorno que la inversión en bienestar tiene para la ganadería no podeos obviar que gracias a la eficacia y eficiencia de este Gobierno, ahora en funciones, la Ley Belarra, la de bienestar animal no entrará en vigor por falta de desarrollo reglamentario así que el 29 de septiembre cuando entre en vigor ni cursillos para propietarios ni seguros de mascotas serán obligatorios.
Y para terminar celebraremos el día mundial de esta semana, y no, no es el del pinganillo es el del aperitivo. Y podríamos hablar de patatas, de croquetas, de calamares pero tampoco, vamos a proponerles un chute de energía como antesala de la comida: el torrezno de Soria que además está a las puertas de celebrar su X aniversario como marca de calidad. Así que no me vengan con remilgos de comida sana que no hay reconstituyente rural más arraigado que un trozo de pan con un torrezno bien crujiente.
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