Hoy arrancamos temporada, coincidiendo con el decimo quinto aniversario de esta casa y decididos a seguir haciendo un repaso semanal a la actualidad agropecuaria de la semana. En un día como hoy, y creo que más necesario que nunca, queremos renovar nuestro compromiso con todos ustedes y con el sector que nos alimenta para contribuir a divulgar la ardua tarea que es producir alimentos con calidad, en cantidad, asequibilidad y con total seguridad alimentaria en este contexto en el que ni las guerras, ni el clima ni Europa ni el gobierno valoran, ni protegen ni defiendes a todos esos agricultores, ganaderos, industrias alimentarias que además de darnos de comer, custodian el territorio y mantienen el paisaje y las tradiciones y culturas que, al menos en España, tienen sus raíces en el mundo rural.
Y con este espíritu no podemos sino arrancar reflexionando sobre el pesimismo y resignación a extinguirse que percibí el pasado martes en Córdoba durante la concentración que más 6000 agricultores y ganaderos de toda España que ante las puertas de la reunión informal de ministros de agricultura de la UE pedían en un grito agónico un cambio radical de la Política Agraria Común. Están dispuestos a someterse a los criterios verdes de sostenibilidad que les impone la Unión Europea no entienden el sentido de hacerlo cuando
los mercados de toda Europa se llenan de productos importados de terceros países donde esa sostenibilidad brilla por su ausencia, que entran mucho más baratos y que les sacan del mercado. Y no es que tengamos manía a Marruecos, que enseguida nos tildan de racistas e islamofóbos; puedo hablarles de las sandías marroquíes contaminadas con trazas de pestidas prohibidos en la UE que han echado abajo los precios de las nuestras, pero también de la almendra de California. Resulta que aquí vamos a tener una cosecha desastrosa y sin embargo los precios en origen están por los suelos; simple y llanamente porque la industria del turrón puede importarla de Estados Unidos en condiciones preferenciales y mucho más barata porque allí ni la huella hídrica, ni la de carbón, ni los fertilizantes y pestidades aquí prohibido están proscritos. Y así haríamos lo mismo con la leche, las carnes hormonadas y llenas de antibióticos del otro lado del océano, las naranjas de Turquía…en fin, que llenaría una hora de ejemplos similares.
Es paradógico que mientras fuera el sector pedía un cambio de rumbo en la PAC porque si no cierran las explotaciones, dentro se debatía la necesidad de invertir y apostar por mejoras tecnológicas e innovación para hacer una agricultura más resiliente y adaptada. Adaptada a qué? Al clima? Para qué? si luego en el mercado no es competitiva porque a los de fuera no se les exige lo mismo que a los de dentro. Y en medio de este desánimo aún parece que la culpa de la subida del precio de los alimentos es de los productores. Qué vergüenza se repite en cualquier corrillo el precio que ha alcanzado el aceite de oliva! Y qué esperamos, ya sabemos que llover no llueve, llevamos arrastras un ciclo de sequía de cinco años. Lo olivos de secano no están produciendo apenas nada, y los de regadío en las principales regiones productoras no pueden regar porque se priorizan los caudales ecológicos de los río antes que los riegos. Si solo cosechamos el 25% de una campaña normal y somo los principales productores del mundo por lógica de mercado el precio sube.
Y eso nos tiene que servir de ejemplo de lo que puede pasar con otros alimentos si seguimos empeñados en restaurar ríos demoliendo presas y azudes y criminalizando a los regadío como si se bebieran el agua al tonto en lugar de convertirla en alimentos. Y si, mucha ayudita para amortiguar las perdidas por sequía, pero soluciones a medio y largo plazo que mejoren la gestión de los recursos hídricos para todos los usos nada de nada. Mucho llenarse la boca con ayudas con buscar la solución en regeneradas para riego y desalación pero luego de inversiones hidráulicas nada de nada.
Y si eso les parece poco miren lo que ha pasado con la DANA de esta semana, gracias a la alerta telefónica solo ha habido que lamentar tres fallecidos y dos desaparecidos por las riadas. Se imaginan qué hubiera pasado si no hubiera habido alerta telefónica advirtiendo de la catástrofe? Solo con una vida que haya logrado salvar ya se justifica cualquier susto o
incomodidad que la alarma haya generado. Un desastre que se ha llevado por delante gran parte de la producción agropecuaria de las vegas madrileña y manchega. Más de 40 pueblos de Toledo siguen sin suministro de agua y quieren saber por qué? En España los cauces de los ríos son sagrados y por ley, en este caso regulado por la Confederación Hidrográfica del Tajo, no se pueden limpiar ni dragar los cauces, de manera que es tal la cantidad de sedimentos que acumula el rio que las cotas van subiendo al punto de llevarse un puente
del siglo XVIII, que digo yo alguna otra avenida habrá soportado con un rio más fluido en su lecho. Total que más de lo mismo, nuevo curso mismas materias a las que vamos a ir incorporando las que afectan al sector pesquero que también está en vías de extinción con tanta restauración de la naturaleza y tanta energía renovable.
Energía es lo que nos va a hacer falta para afrontar este curso, casi de reválida por todo lo que hay en juego ahora mismo en el tablero político y agropecuario. Y para cargarnos las pilas queremos hacerles como propuesta un plato, que digo plato una joya de nuestro arte culinario: la paella que alcanza este fin de semana su máxima expresión en el Concurso Internacional de Paella de Sueca que elegirá la mejor del mundo (el año pasado la hizo un chef de origen chino) en su 62 edición este mismo domingo. Si quieren saber la receta original y callar algunas bocas, quédense con nosotros hasta el final.
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