¿Quién no ha tenido alguna vez un complejo?. Habitualmente se basan en las inseguridades que nos gustaría eliminar, pero interfieren en nuestra vida diaria, aunque intentemos ocultarlos.
Estos no son exclusivos de ningún grupo demográfico y pueden afectar a personas de todas las edades, géneros, culturas y orígenes socioeconómicos.
Respecto a su prevalencia, aunque no son siempre fáciles de medir de un modo objetivo, algunas encuestas y estudios han proporcionado información sobre la frecuencia de ciertos tipos de complejos en diferentes poblaciones.
Desde la psicología, por su parte, sabemos que pueden generar un impacto significativo en la salud mental y emocional de la persona, y tener su contribución en trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.