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En Clave Rural: Media España sufre por la falta de agua

María Santos comenta toda la actualidad del sector primario centrada en la grave sequía que sufre España.

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Muy buenos días, bienvenidos un sábado más a En Clave Rural. Ya estamos listos para repasar con todos ustedes lo que ha dado de si la actualidad agropecuaria de la semana.

Una actualidad en la que los incendios y la sequía vuelven a ocupar las portadas de los medios de comunicación. Una falta de agua que, desplazada por la crisis energética no cuenta con la prioridad que le corresponde, sabiendo que Galicia, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Cataluña o Navarra ya sufren por la falta de agua. La reserva hidráulica ha caído al 39% de su capacidad, el menor porcentaje desde la gran escasez de 1995 y que hasta octubre no hay previsiones de que las lluvias alivien la sed del campo y los embalses.

Y como siempre, al contrario de lo que ocurre en el resto de Europa, España va tarde por la incapacidad de los políticos y los territorios de descontaminar de ideología el agua, de eludir la responsabilidad de coger el toro por los cuernos y dar soluciones allí donde ya no hay agua. Por la facilidad con la que nuestra administración se hace portavoz y ejecutor de los preceptos ecologetas que quieren que todo fluya de manera natural y aprovechan para acabar con la agricultura y la prosperidad que la huerta de Europa proporciona a gran parte del territorio nacional como chivo expiatorio culpable de agotar y esquilmar los recursos hídricos.

Unos recursos, agua para no equivocarnos, que convierten en alimentos y que al paso que vamos se convertirán en un auténtico artículo de lujo reservado a quienes puedan pagarlo. Un artículo, la agroalimentación cada vez más hostigado por un gobierno que da la espalda all medio rural que ocupa el 84 % de la superficie de España y acoge al 16 % de la población más de 7,5 millones de personas, incomprendidas a los que se acusa de emitir co2 con su ganado, produciendo carnes proscritas en breve, azúcar nociva para la salud, caza esquilamadora de fauna silvestre, gastando agua a mansalva y cultivando tierras que mejor servicio harían siendo secarrales óptimos para las plantas fotovoltaicas.

En fin, un gobierno para el campo lleno de despropósitos, por cierto no me resisto a destacar que Italia ha prohibido el semáforo nutricional Nutriscore que el menestro Garzón quiere imponer ahora en septiembre en contra del sector alimentario, ese que pone de color verde super healthy a las bebidas de cola y rojo peligroso al aceite de oliva.

Pero volviendo al asunto mollar de esta semana las organizaciones agrarias ya advierten de que la sequía puede provocar unas pérdidas de más de 8.000 millones en el campo, debido a las mermas en las principales producciones agrícolas: un 30% de reducción de cosecha en cultivos de invierno o entre un 40% y 50% de reducción de maíz, tanto en superficies como en producción, y cerca de la mitad de la producción estimada en olivar, tanto para mesa como para almazara.

A ello se suman bajos rendimientos en girasol, que han neutralizado el incremento de superficies, adelantos importantes en la vendimia y reducción prevista de la cosecha entre un 25 y un 30%, así como la caída de la producción en almendros, con un 80% de pérdidas estimadas.

Respecto a los sectores ganaderos, la falta de pastos naturales y el incremento "desorbitado" de los costes de alimentación del ganado, que han provocado situaciones "dramáticas" como el cierre de explotaciones o el obligado sacrificio de cabezas de ganado ante la imposibilidad de asumir estos costes ni poder repercutirlos en los siguientes eslabones de la cadena.

Y ya saben que en época de escasez los precios suben, y no un 10,8% como los ha elevado hasta ahora la inflación sino hasta umbrales poco conocidos, quizá como rezan algunas de las piedras que aparecen en los ríos Alemanes, que esto no es cosa solo de España, las que llaman piedras del hambre, cuando se dejan ver hay que echarse a llorar porque auguran hambrunas y pobreza.

Pero aquí el foco, apagado a partir de las 10 claro, lo tenemos en los escaparates en la energía y nada queremos saber ni de la Mesa Nacional de la Sequía, ni de la interconexión de cuencas, ni de nada que sea mirar al campo, a esa España Vaciada cada vez más seca. Y como decía un ganadero esta semana, el campo lo va a pasar mal, pero ellos en sus tierras tienen para comer, saben producir para comer, nosotros en las ciudades no.

Así que de sequía vamos a hablar, de algunas producciones recortadas también y sobre todo de incendios.

En esta ocasión con los que saben cómo han evolucionado los incendios forestales cada año, porque se dejan la piel cada día en apagar las llamas allí donde los requieren. Y porque ellos saben mejor que nadie qué hace falta para que los años venideros no sean como este 2022 en el que ya han ardido en España más 162.000 hectáreas en 37 grandes incendios forestales. Tendremos al portavoz de los Trabajadores de incendios Forestales para que además nos cuente cómo ven ellos esa ampliación a todo el año de los servicios de prevención y extinción de incendios y el futuro estatuto del bombero forestal que ha anunciado el Gobierno para septiembre.

Y tanto las sequías como los incendios están muy relacionados con las olas de calor que padecemos desde mayo, claro que estamos en verano, pero lo de las noches tropicales se va convirtiendo en costumbre desde el sur al norte de Europa, que los franceses y británicos están desesperados con estas temperaturas que no saben ni tienen como paliar. El caso es que estos calores lo que han hecho ha sido adelantar las vendimias para que no se agosten las uvas, así que vamos a centrarnos tanto en la vendimia francesa, la bien pagá que llaman algunos y a la que se unirán a mediados de septiembre entorno a oncemil jornaleros españoles y de las nacionales en Somontano, al pie de los pirineos donde también se adelanta la recogida de la uva para asegurar una añada excelente.

Espero que en esta horita corta me de tiempo a todo que no se si será por el cambio climático pero cada vez se me pasa más deprisa, así que si nuestro director técnico está listo nos ponemos a la obra.

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