No es la primera vez pero sí "la más difícil" que Penélope Cruz ha trabajado con Pedro Almodóvar porque es un personaje "tan diferente a todos que he hecho". Su relación con Pedro empezó en 1997 con Carne Trémula y a la que siguieron películas como Todo sobre mi madre (1999) o Volver (2006). Por eso Penélope Cruz durante una entrevista con Andrés Arconada para Es Cine con motivo del estreno de su último trabajo con el director manchego, Madres paralelas, sólo tiene elogios, "Pedro me ha abierto muchas puertas desde el principio porque siempre me ha dado personajes en los que él me imaginaba y confiaba".
Pero Penélope Cruz es agradecida y acto seguido recuerda que quién le dio la primera oportunidad fue Bigas Luna en 1992 con Jamón, jamón y "Fernando Trueba inmediatamente después" con Belle Epoque en el mismo año. "Dos personajes que eran como el día y la noche y gracias a los que salieron muchos trabajos interesantes a partir de esas dos películas". Precisamente sería con Fernando Trueba con quien se consagraría en 1998 al ganar el Premio Goya por La niña de tus ojos.
Con Pedro Almodóvar "ya son 8 películas y siempre han sido oportunidades increíbles". Penélope cuenta a Arconada cómo fue la preparación del personaje durante "cuatro meses de ensayos" y recuerda que "Pedro me habló de esta película por primera vez cuando estábamos haciendo la promoción de Todo sobre mi madre, aunque la historia ha cambiado mucho". El guión "lo tenía en el cajón, como tantas historias, y en el confinamiento lo retomó". Durante una videollamada me dijo que lo estaba escribiendo para mí, imagínate la alegría por tener eso en el horizonte". Más tarde "cuando me lo mandó me enamoré de este guión y del personaje".
Almodóvar no quería sus lágrimas
Durante las primeras sesiones de lectura del guión en los ensayos "ya estábamos llorando porque el guión es muy fuerte" pero "nos decía, 'lo entiendo, pero sequemos esas lágrimas'". Incluso en el rodaje "nos regañaba, nos decía 'quiero que hagas lo mismo pero sufriendo menos'". El motivo, cuenta Penélope Cruz, es porque "él no quería que los personajes lloraran en todas las escenas", por eso si en el rodaje ella o Milena Smit explotaban a llorar "rodaba alrededor de esos momentos, justo antes o después del llanto, pero no en el momento del llanto". No obstante, su personaje "tiene unos picos de ansiedad muy fuertes" y Almodóvar rodó un par de escenas donde explota emocionalmente" y para mí era un alivio porque creo que el público que pasa toda esa angustia con ellas necesita un momento de descarga".
La actriz de Alcobendas explica a esRadio que "Pedro no quiere nuestras propias lágrimas sino las de los personajes" aunque reconoce que "es verdad que las del personaje para que sean reales van a pasar por tus propios miedos, traumas...". La diferencia, explica, "es que al final lo que pongas esté respetando y honrando al personaje y no regodearse en lo de uno mismo y eso él lo detecta, cuando usas algo personal". Para conseguir el clímax emocional de los personajes Penélope Cruz desvela que "jamás mezclaría imágenes de familiares" y para ello "me ayudó mucho el tiempo que pasé con Cristina Rota estudiando desde los 13 años y los años de preparación con Juan Carlos Coraza".
También cuenta cómo en los rodajes "los actores tenemos esa vocecita en la cabeza mientras trabajamos que puede invalidarte mucho y hacerte sentir muy pequeño porque la voz más crítica siempre es la de uno mismo, pero no te puedes pelear con ella porque se hace más fuerte".
Sobre su compañera de reparto y con quien comparte casi todas las escenas, Milena Smit, sólo tiene palabras de reconocimiento porque "parece un ángel, es una chica con un gran talento y muy buena persona". Durante el rodaje "hemos conectado mucho desde el primer día" y recuerda Penélope Cruz que "sólo es su segunda película con un personaje muy gordo con Pedro". Milena Smit impresionó a toda la crítica con No matarás donde comparte protagonismo con Mario Casas.
El futuro de Penélope Cruz
La actriz cuenta a Es Cine que "hay tantas cosas que quiero hacer, pero no todas a la vez con el ritmo que llevaba cuando rodaba 4 películas al año porque ahora soy madre y eso es lo más importante para mí". De hecho, está en un momento en el que tiene "la suerte de poder elegir los proyectos".
En un futuro cercano "me gustaría dirigir cuando mis hijos sean un poco más mayores". En este sentido "lo primero que voy a hacer es dirigir un documental que voy a empezar este año que entra" pero del que todavía no puede contar nada. Un documental que le llevará "un par de años". No obstante deja claro que no dejará la interpretación porque "me va a seguir llenando, me imagino con 80 años contándote lo mismo".
Andrés Arconada le recordaba durante la entrevista cómo hace años le dijo que "para dar vida a los personajes que te tocan necesitas vivir para poder expresar sus emociones, quiero vivir". Penélope explica que "entonces sólo vivía en los rodajes, cuidaba mucho la vida de los personajes pero me quedaba sin tiempo para la mía y eso puede generar mucha tristeza". Pero "era lo que tocaba en esos años". Ahora está en una etapa en la que "el ritmo es otro y disfruto mucho".
Madres paralelas se estrena en cines este viernes 8 de octubre.
Escucha este programa en cualquier momento y lugar a través de los podcasts de Libertad Digital y esRadio. Descarga nuestra aplicación para iOs o Android, visita nuestra página web en esradio.fm, o encuéntranos en Apple Podcast, Spotify, Podimo, Amazon Music, Youtube o iVoox. ¡No olvides suscribirte!
Este capítulo puede contener información comercial de anunciantes y/o marcas colaboradoras que contribuyen a la creación y difusión de nuestros contenidos. Gracias por colaborar con nuestras marcas colaboradoras.