El dióxido de titanio (E171) es un aditivo alimentario que puede resultar peligroso para la salud. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido un informe sobre los riesgos de esta sustancia, concluyendo que no es un aditivo seguro para la ingesta diaria. Desde entidades como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevan tiempo solicitando que se elimine de la lista de aditivos autorizados por la Unión Europea.
El dióxido de titanio es un aditivo muy común en la industria alimentaria por sus propiedades de blanqueante y opacitante. Se utiliza sobre todo en golosinas, productos de chocolate, galletas y chicles, así como en complementos alimenticios.
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