En los orígenes de Cambridge, como no podía ser menos en una ciudad universitaria amante de los clásicos, están los romanos, asentados y vigilantes junto al río Cam. En la Edad Media fue acogiendo iglesias y conventos y, desde 1209, la Universidad le dio su razón de ser y su apariencia. Han pasado más de 800 años, pero en Cambridge hay un estilo, atravesado por el gótico y los clasicismos, perfectamente identificable en sus más conocidos "colleges".
King's Parade es el eje de los grandes edificios históricos: King's College, fundado en el S.XV, con una preciosa capilla gótica de hermosas vidrieras. Trinity College, unos de los mayores y mas conocidos, y Saint John's. El puente de los suspiros nos asoma al Cam.
Otros son el Cristi, el santa Catalina o el de Saint Peter.
Hay edificios señalados como la Senate House, para ceremonias y la antigua biblioteca
Entre los templos destacan: St. Mary The Great, gótico, y el del Santo Sepulcro, de planta centralizada.
Los museos , que dependen de la Universidad y están ligados a la investigación, el coleccionismo y el patrocinio de antiguos alumnos, son abundantes, aunque sobresalen los dedicados a la Arqueología y Antropología, el Fitzwilliam por sus variadas e interesantes piezas artísticas, el de la tierra, apoyado por los Sedgwick, o el Jardín Botánico.
Los amantes de las carreras de caballos tienen su cita en la cercana Netwark en el National Horseracing museum y los aficionados a los palacios, la Audley End House de los condes de Suffolk en Saffron Walden.
¿Dónde comer?
Midsummerhouse. Esta tranquila ciudad universitaria tiene uno de los mejores restaurantes de Gran Bretaña: el de Daniel Clifford, con dos estrellas Michelin. Para una celebración especial, que no es barato. Muy elegante, en un lugar estratégico, sobre la pradera de Midsummer y el río Cam. Sólo hay menús fijos, de entre cinco y ocho platos, con mucha influencia francesa: buey de mar con aguacate y acederas, 'tortellini' de vieiras con coliflor, caviar y salsa de nata, hígado de pato salteado con bizcocho de especias (o gingerbread) y ensalada de peras y endibias, y más pera de postre, pero con arándanos y chocolate blanco.
Alimentum. Otro restaurante de categoría, muy moderno con su decoración en rojo y negro, y una cocina clásica prudentemente modernizada: anguila ahumada con hinojo, nata agria, uvas y almendras, cherne (o cherna) con cigalas, coliflor, queso de cabra fresco y Pedro Ximénez. Y un pastel de limón y chocolate blanco para terminar.
The Free Press. Y, por fin, un 'pub' tradicional y precioso que había que citar porque llamarse La Prensa Libre no es moco de pavo, pero también por su ambiente muy agradable y por una comida de esom, de pub, pero bastante decente. Los hay que piensan que, de los 'pubs' de Cambridge, éste es el de mejor comida. En fin: 'scotch eggs', hamburguesas, cerdo asado… Cosas normalitas, pero simpáticas.
Beber
Hace 10 o 15 años diríamos: una buena cerveza o un vino, probablemente francés. Pero todo ha cambiado. El sur de Inglaterra ha visto aparecer viñas y se están elaborando espumosos espléndidos, que compiten directamente con los de Champaña. Apunten tres buenas marcas: Nyetimber, Chapel Down y mi favorita personal, Ridgeview.
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