La Alberca comenzó a ser poblada por franceses y leoneses en los siglos XII y XIII, pero cuando se encuentra a la Virgen de la Peña de Francia se convierte en un lugar de peregrinación. La Virgen Morena está cuidada por Dominicos. El Monasterio, del siglo XV, es mencionado por Cervantes en el XVII.
La iglesia parroquial es del S. XVIII, aunque todo el pueblo destile espíritu medieval. Destaca en su interior el púlpito y el Santísimo Cristo del Sudor, barroco,. Una cofradía de hombres mantiene la tradición en Semana Santa de pasear sus capas.
Numerosas ermitas bordean el pueblo como la de San Blas; el Humilladero; la románica de Majadas Viejas. También hay cuevas eremitas en Las Batuecas.
El conjunto urbano integra piedra y madera de forma geométrica, su estructura tiene elementos judíos, cristianos y árabes. Esto le ha valido ser un lugar escogido para el rodaje de películas de época.
La Plaza es el lugar que conjuga arquitectura de soportales, el crucero como símbolo religioso y el granito de unión con el centro de la tierra.
No hay que perderse el Centro donde nos explican el Parque Nacional de las Batuecas; tampoco sus tradiciones y vestuario en Semana Santa y la Asunción.
¿Dónde comer?
Vinatería Entrevinos. No hace mucho tiempo que Miguel Olivera y Raquel Herrero regentan su restaurante, que ya ha llamado mucho la atención en La Alberca. Miguel se dio a conocer en Gijón, y aquí continúa con su cocina entre tradicional y prudentemente creativa: huevos rotos con jamón, bacalao dorado 'à brás' -homenaje al vecino Portugal-, cabecero de lomo relleno de jamón ibérico y queso de oveja con salsa de boletus, y de postre una copa de cuajada con gelatina de fresa y mandarina con hierbabuena.
La Cantina de Elías. "Restaurante-Bar", reza la enseña de este rústico local, y la oferta está clara: como dicen ellos, "comida tradicional serrana". Alubias, sopas de ajo, patatas revolconas, carnes de ternera morucha o cerdo ibérico a la brasa, y leche frita de colofón.
Mirasierra (en Mogarraz, a 5 kms.) Probablemente la mejor mesa de la comarca, regentada por la familia Maíllo, en un caserón típico, con muy buenas vistas sobre la sierra de Francia en una de sus salas. En su carta de temporada ofrece guisos como el pucherito de garbanzos pedrosillanos con níscalos, el guiso de cabrito 'de toda la vida' con laurel, ajo y pimentón, las chacinas ibéricas, las carnes a la la brasa (y se puede elegir entre ternera morucha y ternera charra), una gran selección de quesos, destacando los de Castilla la Vieja y Extremadura. Se termina el festín serrano con una tarta de castañas pilongas al chocolate.
Beber
La Sierra de Francia, tantos años olvidada, tiene una gran tradición vitícola con castas de uva propias como la rufete. Hoy tiene du propia denominación, aunque le han cambiado el nombre a 'Sierra de Salamanca' por si la gente no se enteraba. En fin... Justamente, Agustín Maíllo, el patrón del Mirasierra, también elabora los Vinos La Zorra, de entre los que destaca el exquisito blanco Ocho Vírgenes Serranas. (Sí, entre el nombre de la bodega y el del vino suenan curioso...). Otro blanco de clase es el Phinca Durmiente, del riojano David Sampedro, y el tinto de rufete que más nos ha gustado en elmundovino es el Tragaldabas de Nacho Jiménez y César Ruiz, comerciantes de vinos en Madrid y viticultores salmantinos todos los fines de semana.
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