En la provincia de Cádiz, junto a la desembocadura del Guadalquivir, se encuentra esta ciudad de 67.000 habitantes. Estuvo poblada desde Tartessos. Su época de mayor esplendor está entre el S.XIV y el XVII. Perteneció a los duques de Medina Sidonia y tuvo una gran proyección comercial y agrícola. Su casco histórico se encuentra entre el Barrio alto, el bajo y el bajo de guía. Quedan restos del alcázar, el Castillo de Santiago S. XV y la muralla.
La plaza del cabildo es una de las más frecuentadas del casco histórico. También el Palacio de los Medina sidonia, del s. XVI y el de los Montpensier. Es importante la Iglesia de la virgen de la O, con portada mudéjar. En sus playas se celebran carreras de caballos.
El turismo se extiende por las cinco playas, como la de Bonanza. Tiene bonitos parques y jardines botánicos como el de Algaida. El Paseo de la Calzada nos acerca al primer turismo. Recomendable el paseo fluvial a Doñana.
Qué comer:
En Sanlúcar no hay ningún 'gran' restaurante, pero hay un gran lugar donde ir a comer en múltiples locales: su famoso Bajo de Guía, donde desemboca el Guadalquivir y se apiñan locales dedicados a la eterna cocina marinera sanluqueña; en la margen opuesta empieza el Coto de Doñana, con lo que la vista es, además, estupenda desde las terrazas o a través de los grandes ventanales de las casas de comidas que sirven langostinos listados (de Sanlúcar, claro), arroz marinero, fritura de pescado y tocinillo de cielo de postre.
Los tres mejores, o quizá sólo los más conocidos:
- Casa Juan: Por sus coquinas, sus acedías, sus langostinos y su arroz marinero
- Casa Bigote: Por sus gambas blancas de Huelva, su urta a la roteña, sus guisos marineros y su tocino de cielo, como dulce final
- Avante Claro: Por sus fideos con langostinos, su atún mechado y su tocino de cielo con nueces
Beber
Con Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María forma el triángulo mágico del Marco de Jerez, pero sólo de Sanlúcar es la manzanilla, el vino fino que se beneficia de las húmedas brisas marinas que entran libremente en las bodegas durante su crianza y le proporcionan ese característico toque salino. La bebida perfecta con langostinos y coquinas. Cuatro grandes manzanillas: La Guita, Barbadillo, La Gitana y Solear.
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