Menú

Carta de amor: "Aquella carta"

Ayanta Barilli lee la carta de amor del día.

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Fue la mas triste carta de amor que jamás pensé recibir, aunque algo en el fondo de mi mente me decía que siempre hasta mi adolescencia todo a mi alrededor había sido tristeza.

Todo comenzó en un alegre verano al lado del mar. Mi hermano nos había invitado a pasar unos días de vacaciones y yo por primera vez me sentía ilusionada pues era viajar a un lugar diferente de mi casa y de mis circunstancias, lleno de risas compartidas con un nuevo grupo de amigos.

Al principio yo no me fije en él, sino en el más conquistador de los otros chicos que a pesar de tener a varias admiradoras me hacía guiños a mí. Pero poco a poco el primero empezó a ser el protagonista para mí, era callado, un tanto triste pero muy cariñoso y atento. Había estudiado Magisterio y acababa de obtener el título, estaba haciendo la Milicia, que era el servicio militar y los estudiantes lo hacían en los tres meses de verano, vestían con el traje militar pero con el de oficiales, llevando gorra de plato y unos cordones sobre la guerrera, del color según la carrera que estudiaran, estaban guapísimos, con un carácter un atractivo para las chicas. Nos enamoramos y todo fue bien. Yo era una chica un tanto tímida y el respeto hacia mi persona era muy importante. Algún cándido beso y no más.

Y llegó el fin del verano y tuvimos que volver a la rutina de nuestras vidas y a nuestras casas. Yo vivía en la ciudad y tenía mi trabajo en una oficina. El tenía su primer destino como maestro en un pequeño pueblo. Eran otros tiempos y un maestro no podía permitirse el lujo de tener coche por lo cual venirme a ver le suponía varias horas de traslado. Paseábamos en la ciudad y yo me ponía guapa para él pero el se ponía un tanto preocupado y me decía que en su pueblo no podría darme todo lo que él quisiera, pues debía ayudar a su familia, su madre estaba enferma y su padre y hermano debían trabajar fuera. Ahora pienso que el estaba en un nivel del que yo había salido para mejorar y él tenía ataduras que viviendo en un pueblo y sin mí se le hacia insoportable.

Un día recibí una carta de él donde me decía que debíamos romper. Recuerdo que no llegaba a entender lo que me escribía. Se la dí a leer a mi hermano mayor que sabía de nuestra relación, porque no sabía lo que me estaba pasando. Mi hermano leyó la carta y le pareció sincero y leal, valiente pues le costaría terminar una relación que había creado con tanta ilusión. De nuestro pre-noviazgo solo recuerdo un beso a hurtadillas, dado en una sala de estar en casa de mi hermano. Fue rápido antes de oír los pasos que se acercaban, lo recuerdo como un sueño dulce y cariñoso. Sus ojos negros y profundos, su tez morena, su presencia cercana y cariñosa.

Treinta años después, cuando habíamos vivido nuestras vidas, quise saber de él, saber si había sido feliz con otra mujer. Y escribí una carta, cuando ya no me importaba lo que pensaran los demás si yo corría hacia él para recuperarlo como debía haberlo hecho aquella vez, pero mi juventud y timidez me lo impidieron. Si, escribí aquella carta pero la guarde en un cajón para pensármelo.

A los pocos días me encontré con una amiga que nos había conocido a ambos. Y sin quererlo o sin saber lo que me afectaba me dijo que había muerto hacía unos pocos días, de una grave enfermedad muy larga y cruel.

Cuando volví a casa saque la carta que no había llegado a mandar y la rompí con mucha tristeza. Dicen que cuando estamos al borde entre la vida y la muerte pasan por nuestra mente imágenes de toda nuestra vida. Se detrendia él. en el momento en que nuestras vidas estuvieron juntas?, ¿me echaría en falta como yo a él?. Eso nunca lo sabré...

Mari Cruz Álvarez 

Escucha este programa en cualquier momento y lugar a través de los podcasts de Libertad Digital y esRadio. Descarga nuestra aplicación para iOs o Android, visita nuestra página web en esradio.fm, o encuéntranos en Apple Podcast, Spotify, Podimo, Amazon Music, Youtube o iVoox. ¡No olvides suscribirte!

Este capítulo puede contener información comercial de anunciantes y/o marcas colaboradoras que contribuyen a la creación y difusión de nuestros contenidos. Gracias por colaborar con nuestras marcas colaboradoras.