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¿Somos el Caín del siglo XXI con los cristianos de países árabes?

Cuenta la Historia que cuando Caín dio muerte a su hermano Abel Dios le salió al encuentro y le preguntó por el lugar en que Abel se encontraba. Caín, plenamente consciente de su culpabilidad, se limitó a formular una pregunta retórica: "¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?". 

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Editorial de César Vidal: El apaciguamiento hacia el islam Es la Noche

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De esa manera, intentaba no sólo ocultar la responsabilidad de su crimen sino además negar cualquier tipo de lazo que vincule a un ser humano con la vida o el bienestar de otro. Sin embargo, Dios no permitió que Caín creyera que lo había engañado y le dijo: "la sangre de tu hermano clama desde la tierra contra ti". Desde entonces a acá han pasado milenios y, una y otra vez, ha quedado de manifiesto que el que vuelve la mirada hacia otro lado cuando asesinan a su prójimo o guarda silencio ante su tragedia lleva en lo más profundo de su alma el estigma del asesino Caín.

En las últimas horas, hemos tenido noticias sobre la pasividad eclesial ante la persecución que sufren los cristianos de Oriente Medio a manos del Islam. Sin intención de agotar el tema, los hechos son los siguientes:

1. Libertad Digital publica un documentadísimo artículo de Emilio Quintana titulado "La política de apaciguamiento del Vaticano hacia el Islam" donde se recoge el lamentable silencio de ciertos estamentos eclesiales frente a la persecución que padecen los cristianos de Oriente Medio.

2. Emilio Quintana señala cómo ante el clima de persecución de las comunidades cristianas en Oriente Medio, el Sínodo de obispos de Oriente Medio celebrado en Roma a mediados de octubre no sólo optó por apaciguar al Islam sino que, además, emitió un documento acusando al estado de Israel de ser un ente "transplantado en un cuerpo que lo rechaza".

3. Emilio Quintana - que no duda en calificar el documento de los obispos de "auténtica vergüenza" - subraya que semejante afirmación sobre Israel convierte a la única democracia de la zona en "un elemento extraño que hay que extirpar para restablecer el equilibrio y la salud de la región".

4. Como indica Quintana, mientras Netanyahu habla de un sínodo "secuestrado por una mayoría contraria a Israel", "el Papa calla".

5. Esta actitud del Vaticano resulta especialmente grave porque el citado documento contiene afirmaciones de fuerte contenido antisemita como que "La ocupación de Israel es un pecado contra Dios y la humanidad" o que "La resistencia al mal de la ocupación es un derecho y un deber del cristiano".

6. Como señala Quintana, la actitud seguida por Benedicto XVI no es seguida, afortunadamente, por todos los obispos. Es el caso, por ejemplo, de Raboula Antoine Beylouni, obispo católico de Antioquía (Líbano), que a finales de octubre difundió un texto muy crítico con la política de apaciguamiento del Vaticano hacia el Islam.

7. De manera bien significativa, el texto del obispo de Antioquía fue censurado por el Osservatore Romano.

8. De manera bien significativa, el obispo de Antioquía utiliza los mismos argumentos que usó en 2006 Benedicto XVI en Ratisbona, pero en estos años, el Papa ha cambiado de opinión considerando que sus palabras entonces fueron un "error" tal y como se lo ha indicado a su escritor de cámara Peter Seewald.

9. Quintana señala que existe una opinión extendida en estos momentos de que el Papa quiere comprar inmunidad cristiana con moneda israelí. De ser así, Benedicto XVI estaría cometiendo un grave error ya que el cristianismo en Oriente Medio está más amenazado que nunca y

10. Por añadidura, Israel, lejos de ser un enemigo, es el único país de Oriente Medio en el que existe libertad religiosa además de la única democracia.

La situación de los cristianos de todas las confesiones en Oriente Medio es realmente dramática. El domingo 31 de octubre un grupo suicida hacía estallar un coche bomba a la entrada de la catedral de Bagdad, causando la muerte de 48 adultos y 10 niños. La matanza de la catedral sirio-católica fue reivindicada con palabras que no dejaban lugar a dudas: "Todas las iglesias y organizaciones cristianas, así como sus responsables, son objetivo legítimo de los muyahidines". El mensaje resultaba obvio: los cristianos que viven en los países islámicos son objetivo prioritario del terrorismo islámico. Era, por desgracia, un ejemplo más de lo que sucede casi a diario en naciones islámicas.

En paralelo, y por citar sólo algunos ejemplos, en Pakistán una mujer espera su ejecución por ser cristiana y las iglesias cristianas son asaltadas a diario. En Sudán, es un negocio el secuestro de cristianos y su venta como esclavos. En Marruecos, se expulsa a los cristianos del país mientras se moviliza a autoridades religiosas para que digan que existe la libertad de culto. Lo cierto, sin embargo, es que no hay nación islámica donde los cristianos no sean perseguidos en mayor o menor medida.

Como lamentablemente cabía esperar, frente a esa situación no dicen una sola palabra los gobiernos que callan ante las atrocidades cometidas por Marruecos con los saharauis, ante las ejecuciones de mujeres en Pakistán o ante las violaciones de derechos humanos del régimen islámico de Irán. Eso es, desgraciadamente, coherente con su deplorable comportamiento. Pero esa conducta no es de recibo en ninguna confesión religiosa que se pretenda cristiana.

Frente a la situación de persecución sufrida por los cristianos en los países islámicos,

- No cabe el apaciguamiento.

- No cabe el silencio

- No cabe el mirar para otro lado y, sobre todo,

- No cabe convertir a Israel en moneda de cambio para conseguir una discutible impunidad.

Si se actúa así, incurriendo en el apaciguamiento, la sangre derramada de nuestros hermanos clamará desde la tierra indicando que en nuestro silencio se escucha más alta que nunca la voz de Caín que dice desdeñosa y criminal: "¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?".

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