Como bien señala don César en la posterior tertulia, la independencia e imparcialidad que el señor Requero predica de la inmensa mayoría de los jueces se materializa siempre y cuando no existan implicaciones políticas, en causas judiciales neutrales o sin esas connotaciones .Una independencia e imparcialidad subordinada a oportunidad política, por ocasional que sea la sumisión, sencillamente no es tal, al margen de la frecuencia e intensidad con que se produzca dicho condicionamiento. Pero es que, hoy día en este país, tal servidumbre no es anecdótica ni se circunscribe a temas de gran calado como el Estatuto de Cataluña o el caso Faisán. Prácticamente, todas y cada una de las “leyes” promulgadas por el antidemocrático gobierno (no hay separación real entre legislativo y ejecutivo) que padecemos son inconstitucionales y no se ve que se hayan generalizado las cuestiones de inconstitucionalidad ¿Dónde está la independencia e imparcialidad de la mayoría de los jueces? En el terreno penal merecen especial mención los desafueros suscitados por la Ley de Violencia de Género, en cuya aplicación se violan sistemáticamente principios básicos como el de igualdad, la presunción de inocencia o el principio de legalidad; hasta la misma libertad de pensamiento se viola, con ridículos programas vejatorios de adoctrinamiento en ideología de género ¿Dónde está la independencia e imparcialidad de la mayoría de los jueces?
La independencia e imparcialidad de la gran mayoría que refiere el señor Requero es wishful thinking.