Desde muy pequeño comenzó su amor por la interpretación, "en el cine parroquial". Allí viendo películas de Humphrey Bogart "veía que encendía un cigarrillo y al momento pasaba algo y lo tiraba. Y yo decía: cómo es posible con lo que cuesta encontrar un Winston americano... Yo quiero ser como ese, pero para fumarme los cigarrillos no para hacer papeles".
Ahora, en su faceta de director, estrena Los intereses creados, de Jacinto Benavente, el 6 de octubre en Valencia. Pero también interpreta a Crispín, "personaje de la picaresca española". No es tampoco "una comedia de denuncia", explica Sancho. Pero de lo que desde luego sí está es de enorme actualidad. Es una obra atemporal, fresca.
"La propia política actual" sería así, explica Pepe Sancho, "porque los partidos políticos sólo tiran de la manta hasta un punto determinado y no hay más manta por si acaso se viene abajo la barraca". En Los intereses creados "es lo mismo".
César Vidal reflexiona sobre el hecho de lo poco reconocido que es el personaje de Crispín, que "está a la altura" de otros de la literatura española universalmente reconocidos y conocidos como el don Juan, el Lazarillo o la Celestina.
Para Pepe Sancho, "si se menciona menos al Crispín es porque la gente se cubre de progre, y, de pronto, no existe Pemán como autor de teatro, como en el franquismo no existía Alberti".