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"Mientras exista un solo preso de conciencia no hay nada que celebrar"

Cinco de los presos políticos que el régimen castrista ha desterrado a España, Pablo Pacheco, Léster González, José Luis García Paneque, Luis Milán y Omar Rodríguez, han dejado claro en Es la noche de César que "a pesar de estar nosotros aquí, no hemos conseguido nada" para la libertad de Cuba.

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Mariano Alonso entrevista a los presos cubanos desterrados a España Es la Noche

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Muy lejos de la propaganda castrista y del ministro español Moratinos, nada ha cambiado por el momento en Cuba. Así lo han explicado en Es la noche de César de esRadio cinco de los presos que la dictadura ha desterrado a España y que esta semana han comenzado a llegar a Madrid. Todos ellos forman parte de los detenidos en la Primavera Negra de 2003, y han pasado siete años en las cárceles cubanos en condiciones infrahumanas.

Se trata de Pablo Pacheco, Léster González, José Luis García Paneque, Luis Milán y Omar Rodríguez. Todos han coincidido en que pese a que su situación personal ha mejorado al abandonar las terribles prisiones de la dictadura, pero eso no significa que las cosas en Cuba hayan cambiado. Las cárceles siguen llenas de presos, la disidencia machacada y el pueblo sin libertad. Ven con mucha desconfianza esta operación del régimen de los Castro y Moratinos, para levantar las sanciones de la UE a la brutal dictadura.

Las primeras palabras de José Luis García Paneque fueron para Orlando Zapata Tamayo –preso político muerto en huelga de hambre en una cárcel cubana– "un hombre que supo llevar su rebeldía hasta el máximo". "No murió por una huelga de hambre fue asesinado. Fue torturado y privado de tofos los derechos que le puede privar a un hombre", dijo García Paneque.

También recordó a Guillermo Fariñas, que abandonaba recientemente la huelga de hambre, "es para nosotros un símbolo, un héroe, gracias a Dios no perdimos a un hermano, me impactaba mucho un hombre que estaba ofreciendo su vida por la mía".

Asimismo reconoció la labor de las Damas de Blanco, esposas, madres y hermanas de los presos políticos: "Han estado siete años al lado de nosotros y han sufrido todos los embates de la dictadura con sólo una flor en la mano".

García Paneque expresó sus dudas de si estamos ante "el comienzo de un proceso o una nueva manipulación" de la dictadura. "Sería una pena que esto quedará nada más con la liberación de unos presos", concluyó.

Omar Rodríguez, por su parte, recordó que, gracias al Gobierno español, en 2008 la UE suspendió la aplicación de sanciones a la dictadura "esperando que diera un paso favorable en materia de derechos humanos, pero nada se hizo, lo único que se consiguió fue la muerte de Orlando Zapata".

Consideró muy "exagerado" hablar de apertura de la dictadura "con una simple excarcelación de compañeros que nunca debimos estar nunca presos". Dijo que al régimen le falta mucho para ver un cambio. Por ejemplo, "eliminar ley 88 código penal, los delitos de opinión, la conocida como ley mordaza" o "que permita a organismos internacionales visitar las prisiones, y vean la situación que vivimos y sufrimos, pueden parecer increíbles pero son reales".

Condiciones que relató Léster González a quien recluyeron en "una prisión a 300 kilómetros" de su familia, en "un régimen especial de máxima seguridad con presos comunes condenados a cadena perpetua o esperando pena de muerte". Los primeros días estuvo en una "celda oscura en la que apenas cabíamos, dormíamos con las piernas recogidas, no nos lavaban, con los mosquitos comiéndonos y las ratas paseando por la celda".

Además tenían un régimen de visitas mucho más estricto que los presos cubanos. Su familia sólo podía ir una vez "cada tres meses y solo dos personas mayores de edad". "No teníamos derecho a que nos dieran alimentos y nos quitaban las esposas y nos desnudaban delante de nuestra familia", contó Léster González.

Luis Milán fue encarcelado por pertenecer al Movimiento Cívico Cristiano Patria y Libertad, integrado en el Proyecto Varela. "La situación sigue siendo desastrosa, seguimos tan tristes como antes, a pesar de que nosotros mejoremos", dijo Milán que insistió en que "a pesar de estar nosotros aquí no hemos conseguido nada, las cárceles siguen llenas de presos. Personas que no tenían oportunidades, y fueron condenadas a decenas de años por robar un puerquito, una gallina o un saco de patatas". Y envió un mensaje a Zapatero y Moratinos: "No creo que deban vanagloriarse".

Pablo Pacheco recordó que el problema de Cuba "no son solo 75 personas presas, estamos hablando de 11 millones cubanos dentro de la isla, y 2 millones dispersos por todo el mundo". "¿Moratinos puede garantizar que si se levanta la posición común no va a haber una nueva ola represiva?", se preguntó Pacheco.

"Mientras exista un solo preso de conciencia en Cuba no hay nada que celebrar" agregó Pacheco que apostó por "seguir la lucha no solo por la liberación de presos sino por la liberación de Cuba".

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