Gabriel Moris, padre de una las víctimas de los atentados del 11-M, ha hablado en Es la mañana de Federico sobre las investigaciones del 11-M cuando hoy se cumplen seis años del mayor atentado de la historia de España. Viendo las pruebas que van haciéndose públicas y el tratamiento dado por distintos estamentos “apostaría por jugar a la totalidad”, indicó.
Por ello, también apuntó que “desde el punto de vista judicial, de la instrucción del sumario, desde el punto de vista de la sentencia y de la comisión parlamentaria donde se iban a dilucidar las responsabilidades políticas, en general, el tratamiento dado al 11-M por el Estado de Derecho no hay por donde cogerlo”. “Lo razonable sería empezar totalmente de cero”, sentenció.
En este sentido, Moris consideró que el 11-M y su investigación "se está silenciando en España por los medios estatales como por la prensa del movimiento” a la que identificó con la SER.
De este modo, ha indicado que “tiene que haber un paso siguiente” que pasa por “externalizar el desastre del 11-M para que el mundo entero conociera la gran faena que se nos ha hecho a las víctimas en este caso”.
Sobre su relación con los políticos, Gabriel Moris aseguró que su único contacto personal con uno de ellos fue con María San Gil, “que nos escribió una carta muy cariñosa de condolencia”.
"¡Javier, estás vivo!"
Ya por la tarde, En casa de Herrero, otras dos víctimas directas de los atentados contaron su testimonio. Javier Gismero y Lorin Ciuhat permanecen unidos desde aquél momento: compartieron habitación en el hosiptal Gregorio Marañón y prácticamente las mismas dolencias, los dos perdieron audición.
Lorin es inmigrante y a pesar de las promesas del Gobierno ha tardado cuatro años en regularizar su situación. Del momento de la explosión no recuerda nada. Javier, en cambio, sí que se acuerda de que llevaba un maletín contra su pecho, que es lo que pudo salvarle la vida. "Cuando la nube de polvo se disipó, comencé a ver cosas horribles. En ese momento me levanté, me palpé el cuerpo entero y me dije: ¡Javier, estás vivo!" Lanzó gritos preguntando si alguien necesitaba ayuda, pero no pudo escuchar nada: se había quedado sordo.
Ninguno de los dos están satisfechos ni con la instrucción ni con la sentencia de la Audiencia Nacional: "Lo primero que hay que investigar es el arma del crimen. (...) La Policía tendrá muy buenos profesionales, pero habrá alguno que haya cometido alguna negligencia".
También están convencidos de que las personas que condenaron por los atentados no pudieron cometerlos solas: "Ahora hay gente por ahí en la calle pululando, que no sabemos dónde están y que son asesinos".
Tanto Javier como Lorin coinciden en señalar que los políticos "no están a la altura de las víctimas", y tampoco la mayoría de los medios de comunicación. Por eso agradecen a los "medios que estáis ahí y que además investigáis de maravilla. Hay medios que no informan y que no quieren hacerse eco, como por ejemplo de la cinta que salió de la pericia".
Asimismo han querido agradecer a los españoles que seis años después permanecen al lado de las víctimas brindándoles su apoyo.