"Antes no era como ahora, los actores empezaban desde abajo", ha sentenciado. "En aquella época, sobre todo en los años 50 -insiste- se funcionaba de otra manera". Entre otras cosas, ha destacado el número de personas que componían las compañías, la estructura de éstas y la existencia de la función "golfa, que se hacía para que la vieran otras compañías".
Por otra parte, Alonso Millán ha reconocido: "En España, los galanes siempre los hemos escrito muy mal. Los malos o los segundos son los que nos salían bien. Por eso, los secundarios son en realidad mejores papeles. El principal o galán lo suele hacer un guapito y ya está".


