La sentencia del divorcio de Lydia Bosch y Alberto Martín, que se dio el pasado julio, tiene una problemática añadida a las que tiene un divorcio normalmente, los hijos. Isabel González ha comentado que "ahora que se ha hecho pública se han descubierto cosas muy extravagantes".
Beatriz Cortázar ha señalado que "ella abandonó la casa en la Urbanización La Finca cumpliendo una parte de la sentencia y, como ahora se han cumplido los seis meses que le tocaban, se ha llevado los muebles". Pero la problemática no acaba ahí.
Al parecer Lydia Bosch "tiene la custodia de los hijos" pero "en la práctica es una custodia compartida". Según Cortázar "los seis meses que le corresponden a Lydia y a Alberto se reparten por días". Ha explicado que "los lunes y los miércoles duermen con su padre, los martes y los jueves con su madre y los fines de semana se los turnan".
Federico Jiménez Losantos ha comentado que "es una cosa disparatada" y que "los fines de semana deberían dormir con el juez" ya que "un juez que hace eso no merece ser juez, no sabe lo que es una familia". Cortázar ha destacado que "el problema es tremendo para unos niños tan pequeños ya que tienes que tenerlo todo por duplicado y están sin estabilidad".
Pero el caso no acaba ahí. Beatriz Cortázar ha señalado que "el piso que ella tenía de soltera se lo cedió a su ahora exmarido para que pusiera su estudio de arquitectura". Ese piso "sigue estando en el poder de él y tiene una sentencia de desahucio que está recurrida". Ahora ella y los niños se han ido a un piso de alquiler en la zona, para que no estén fuera de su ambiente.
Lo peor del caso para los niños es que, según Cortázar, "no se hablan, todo lo hacen a través de los abogados". Alberto Martín, por su parte, se ha mudado a otra urbanización cercana a La Finca y la casa familiar deberán ponerla en venta o en alquiler.