Los medios de comunicación de muchos países, incluidos los españoles, han lanzado mensajes alarmistas sobre la situación de Japón tras un terremoto de 9 grados en la escala de Richter y el posterior tsunami. Hablan de crisis nuclear por los problemas que vive una de sus centrales tras una explosión.
Dieter Brandau ha entrevistado a Sandra Bravo, una estudiante española residente en Tokio, que ha aclarado que "es exagerado el dramatismo de los medios en España, me da la impresión de que vivo una situación distinta a lo que dicen ellos".
Según Sandra, "en Tokio se respira un ambiente de tranquilidad, de resignación, estamos preparados para todo y si viene un terremoto pues será lo que Dios quiera". La estudiante española ha elogiado el comportamiento de los japoneses ante esta catástrofe, "estoy muy muy asombrada, son ejemplares. Por las calles no hay gritos ni pánico, hay calma".
Bravo ha aclarado que las molestias vienen dadas por los cortes de luz temporales, "de los que nos avisaron que irían rotando por barrios, provocan molestias en los medios de transporte y los supermercados donde a pesar de la escasez el comportamiento es ejemplar, la gente va y coge lo que puede respetando las colas".
Como muestra del civismo que los japoneses están demostrando estos días, Sandra Bravo ha relatado una escena que ha vivido en un supermercado, "encontré a dos señores discutiendo por el único paquete de pilas que quedaba, insistían en que se lo llevase el otro, cógelo tú que yo ya compré antes".
En Es Noticia, Sandra ha asegurado que "no entiendo por qué en España los medios sólo se están centrando en la amenaza nuclear, no entiendo ese afán de dramatismo". Ha subrayado que "los medios japoneses dan información constantemente y dicenque no hay peligro en Tokio en caso de que finalmente haya una explosión nuclear". Es más, para que la capital del país nipón se viera afectada "serían necesarios vientos muy fuertes, parecidos a los de un tifón, y aun así el impacto sería mínimo".