La enviada especial del diario El Mundo a El Aaiún ha visitado la Casa de Herrero donde ha relatado cómo transcurrió su visita. Ana Romero ha explicado que el acuerdo entre los gobiernos de España y Marruecos era que "podía moverme con total libertad y con un fotógrafo".
Sin embargo, Marruecos negó la entrada al reportero gráfico y terminó expulsándola en menos de una semana porque "decían que era una grave amenaza para la seguridad de Marruecos". Romero ha relatado que cuando llegaron el sábado "vimos una población totalmente tomada por la policía marroquí". El domingo, "nos hicieron el tour oficial y querían llevarnos el lunes a Rabat para entrevistar al ministro de Asuntos Exteriores" para dar por finalizada la visita.
Ante la negativa de la periodista de abandonar El Aaiún, "ya que allí es donde está la información, comenzaron las presiones". Ana Romero ha explicado que "el miércoles me dijeron claramente que mi misión había acabado y a partir del jueves empezó la presión fuerte". Ese día fue cuando Marruecos le quitó "el cuidador del Ministerio del Interior, me dejaron a merced de la policía marroquí".
Romero ha subrayado que en el Sáhara "hay dos clases de ciudadanos, los marroquíes que viven estupendamente, y luego están los saharauis, que no tienen acceso a la educación, a la sanidad..." Según la periodista, "se nota en cosas tan básicas como la dentadura, ya que no pueden acudir a ningún médico".
Sobre el trato con la población, Romero ha resaltado que "a ellos les encanta hablar español, aunque lo hablen mal ya que Marruecos está intentado por todos los medios que no lo hablen". La periodista ha asegurado que "ellos te dicen que se sienten abandonados por el Gobierno español, que el gobierno que mejor se ha portado con ellos es el de Aznar".