"Fukushima no puede en ningún caso estallar como Chernóbil"

La información sobre la crisis que está viviendo la central nuclear de Fukushima en Japón tras el terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter y el tsunami posterior es muy confusa. El comisario europeo de energía habla incluso de apocalipsis.

Luis Herrero ha entrevistado En Casa de Herrero a Ignacio Durán, catedrático de física nuclear de la Universidad de Santiago de Compostela. Durán ha comenzado asegurando que "la tragedia de Japón es enorme, incluso el emperador ha hablado, pero hay que tener en cuenta que a lo mejor lo de menos es el problema nuclear ya que hay 20.000 desaparecidos, fábricas destruidas y un tsunami impresionante".

"Una central de este tipo nunca va a dar lugar a una explosión nuclear como la de Chernóbil, estas centrales no pueden explotar", ha sentenciado Ignacio Durán. El catedrático de física nuclear ha explicado que la central está recuperándose, "está dispersando mil veces menos energía que el primer día, está enfriándose".

De hecho, ha subrayado que "están tratando de enfriar la central lo más rápido posible, pero ésta se está enfriando ya sola, aunque no se hiciese nada se enfriaría". No obstante, el proceso de enfriamiento "va a tardar semanas o meses, durante los cuales el acceso será restringido y los operarios tendrán que tomar precauciones".

Los responsables de tratar la normalización de Fukushima fueron al principio 50 operarios, que han sido aumentados a más de un centenar. Durán ha matizado sobre el "halo de heroicidad que le están dando ya que llevan sus trajes, medidores... a día de hoy se están tomando medidas prudentes, realizan turnos cortos en los que se turnan". Están allí "abriendo y cerrando las válvulas porque los mecanismos automáticos se han dañado".

¿Qué ha pasado?

Según el catedrático de física nuclear, "tenemos una central que tiene problemas enormes en 4 reactores porque ha habido fallos de diseño que habrá que analizar y asumir". Durán ha explicado que "cuando las diseñaron no pensaban que la temperatura subiera 2.000 grados, por encima de 2.000 grados se produce hidrógeno y éste explota, cuanto más hidrógeno hay dentro se tiene que quitar presión pero entonces no consiguen refrigerar".

Entre los intentos por enfriar la central "han usado un helicóptero para tratar de introducir una manguera por uno de los agujeros del techo". La operación ha fracasado porque "si se quiere trabajar seguro, hay que hacerlo por debajo de unos parámetros de exposición, y si no lograron introducirla rápido se tuvieron que retirar".

No hay riesgo para la población

Ignacio Durán ha explicado que "es normal que la gente esté saliendo de Tokio en dirección el oeste, porque si no puedo ayudar, mejor estoy a 100 kilómetros, pero no hay un riesgo de que la fuga aumente, aunque eso no quiere decir que sea seguro". Durán ha puesto como ejemplo que "puede caer un meteorito, que es lo que falta".

Por tanto, las evacuaciones de la zona – 30 Km en estos momentos – "se están realizando de forma preventiva".

El peor escenario

El peor escenario posible sería, según Durán, "que haya una fuga de líquido, porque el líquido que ha estado en contacto con el combustible podría tener ya contaminantes peores que los soltados a la atmósfera". Ese líquido "arrastraría uranio o trazas del combustible".

No obstante, las consecuencias que eso tendría sería "el cierre hipotético de la bahía de Fukushima, en ningún caso muerte de personas". No obstante, "la radiación es un riesgo de cáncer, si duplicas la radiación natural empiezas a incidir sobre el riesgo de cáncer".

Por todo ello, Ignacio Durán ha señalado que "es un escándalo que se diga apocalipsis, nadie tiene derecho a decirlo, Chernóbil fue una bomba y no ha sido un apocalipsis". De todas formas, "esto no va a ser Chernóbil", insiste el catedrático de física nuclear.