El hostelero sevillano agredido este miércoles en su propio bar por escuchar a Jiménez Losantos, ha sido entrevistado en la que considera "su radio", En casa de Herrero. José Cordero confesó que aún "se me pone el corazón en la boca" al escuchar de nuevo los desagradables insultos que le profirió el desconocido.
Según ha contado, José celebra haberlo grabado en vídeo: "Así no me dirán que son exageraciones mías cuando lo cuento" ya que no es la primera vez que es agredido verbalmente por escuchar a Losantos. "En otra ocasión estuvieron a punto de saltar la barra", contó.
Asimismo, descartó que el energúmeno fuera "cliente habitual" pero que tristemente, por su experiencia, muchas veces había pensado que "como las agresiones redundan, la próxima vez van a venir a buscarme".
Aún así, haciendo gala de la misma tranquilidad y templanza que el pasado miércoles, José se esfuerza en considerar lo ocurrido como "un episodio ocasional" ya que "los que se ponen tensos son pocos". De hecho, aseguró que la tónica es bien distinta: "hay una gran masa de gente que el día que no está puesta la radio me dicen 'Oye, ¿hoy no pones a Federico?'".
José Cordero ha dicho en esRadio sobre el hombre violento que en su opinión, "la sensación que tengo es que venían de organizar piquetes toda la noche y con ganas de jaleíllo". Además, recordó una de las alusiones que hace el desconocido, que le espetó cómo "podía poner la radio en un día como hoy, de la huelga general". Cordero también ha contado que una de las mujeres que se ve en el vídeo iba con el hombre, y antes de que empezase el altercado "decía constantemente 'vámonos a dormir, que estoy muy cansada' y cosas por el estilo", apoyando así su versión. Lo cual no sería extraño, a su entender, ya que "en la pasada huelga general, la que le montaron a Aznar, también hubo problemas, por eso puse el vídeo y me dije: 'esta vez no me pillan'".
A pesar de la evidente crudeza y veracidad del vídeo, "que un amigo me ayudó a colgar en Youtube", contó José, aún siguen existiendo descreídos que se afanan en negar la realidad. El hostelero se confesó dolido, porque "luego los comentarios que te hacen en Youtube es que si es un fake, que es mentira" y se lamentó porque "es muy triste que te agredan con un bocadillo a medio comer y que el energúmeno seas tú".
El hostelero, todo un ejemplo de educación y buenas maneras, restó importancia a su medida reacción a los insultos: "Yo no puedo enfrentarme porque eso significa llegar a las manos, y la única manera de afrontarlo es la pasividad absoluta, no echar más leña al fuego, porque si no no puede acabar bien de ninguna manera", aseguró.
Cómo dato anecdótico, José contaba en esRadio que el desconocido sí pagó su consumición: "Dejó cinco euros, y cuando me dí la vuelta para darle el cambio ya no estaba. Guardé el dinero todo el día y después lo eché al bote", contó.