
Suiza ha sido escenario de un caso controvertido tras la primera utilización de la cápsula Sarco, diseñada para facilitar el suicidio asistido, lo que ha resultado en la detención de varias personas en el cantón de Schaffhausen. Estas personas enfrentan cargos por incitación y asistencia al suicidio, según ha informado la Policía Cantonal. La cápsula, en la que murió una mujer estadounidense de 64 años que sufría una grave inmunodeficiencia, ha sido incautada, y su cuerpo trasladado a la morgue.
Lorena López, colaboradora del programa "En casa de Herrero", explicó: "Es una cápsula llamada Sarco, que es como un sarcófago futurista. De cristal, es como muy moderno, y es el invento de un gurú australiano a favor de la eutanasia, llamado Phillip Nitschke, que lo inventó hace 6 años. Lo ha construido con impresoras 3D y hay algunos que incluso lo llaman ‘el Tesla del suicidio asistido’". Luis Herrero preguntó en el programa: "¿Pero cómo funciona el aparato en cuestión?", a lo que López respondió: "Tú te metes dentro de esa cápsula tumbado. Aprietas un botón verde que está en el interior, lo tienes que hacer tú, y empiezas a liberar una cantidad de nitrógeno que acaba con el oxígeno que hay dentro y te provoca la muerte. Primero pierdes el conocimiento, y te provoca la muerte en aproximadamente cinco minutos."
Polémica sobre la regulación del suicidio asistido en Suiza
Lorena López también señaló que, a pesar de que el suicidio asistido es legal en Suiza, el uso de esta cápsula ha generado controversia: "Esto ha sido muy polémico en Suiza porque, aunque allí está permitido el suicidio asistido, ha habido detenciones porque se cree que esto todavía no está cumpliendo la legislación como debería". Además, destacó que el uso de la cápsula es gratuito para quien lo desee, salvo el costo de los 20 euros que vale el nitrógeno utilizado.
Críticas desde el ámbito médico
En su intervención en el programa, Javier Júdez, médico y vicepresidente de la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica, comentó sobre la cápsula: "Es una iniciativa típica de profesionales asociados a los movimientos pro eutanasia, que intentan... mover más allá las líneas de los consensos de la sociedad". Explicó que Phillip Nitschke ha intentado durante años desmedicalizar el proceso de eutanasia y suicidio asistido. "En parte, el debate es este: si realmente las personas podemos decidir cuándo debemos morir", dijo Júdez, subrayando los riesgos de desregular esta práctica.
El futuro de la muerte asistida: ¿industrialización de la muerte?
Lorena López también mencionó la industrialización de la muerte como un aspecto inquietante de este debate: "En un futuro no muy lejano podríamos ver estas máquinas en las plazas comerciales, como los sillones de masajes para echarles monedas", comentó, haciendo referencia a lo que algunos temen que pueda ocurrir con la expansión de este tipo de dispositivos.
El debate sobre el derecho a morir dignamente
En el programa, Lorena Seguer, de la asociación "Derecho a Morir Dignamente", ofreció su perspectiva: "Fuera del aspecto más espectacular y mediático de este caso, de la utilización de Sarco en Suiza, yo creo que esta historia nos llama la atención porque existe una persona que quiere poder decidir libre y racionalmente cómo, cuándo y dónde morir. Es decir, tomar decisiones libremente al final de su vida y disponer de su propia vida."
Luis Herrero concluyó la discusión señalando la necesidad de debatir sobre este supuesto derecho: "Se trata de concretar el tiro. De ver si esta manera de ejercer ese supuesto derecho, es muy discutible que sea un derecho, el derecho a morir dignamente, pero bueno... hay gente que lo entiende así y hay que respetarlo."