La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró hoy que la Junta Castilla y León, al igual que la Comunidad Valenciana, podría comenzar a vacunar contra el COVID a mediados de junio a los mayores de 40 años, si se mantienen las entregas de dosis previstas hasta ahora.

En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, que se celebró este miércoles al ser festivo mañana en Valladolid, Casado manifestó la dificultad de establecer fechas para grupos de edad al no ser estable las entregas de vacunas. Sin embargo, insistió en que se seguirán administrando con este criterio y el preparado disponible y autorizado en ese momento.

Igualmente, la titular de Sanidad advirtió de que el caso de Herpes Zoster, notificado por el Servicio Farmacovigilancia de la Universidad de Valladolid, se deberá seguir para si aparecen más poder establecer una relación con la vacuna de AstraZeneca, si bien añadió que uno no permite establecer la relación causal.

Además, indicó que este producto se sigue aplicando a las personas de 60 a 65 años y demandó que se faciliten más dosis de Janssen u otras vacunas para abordar los grupos por debajo de estas edades. De esta forma, negó que tengan paralizadas dosis de AstraZeneca, ya que indicó se siguen empleando y se tendrán que administrar segundas dosis.

De la misma forma, la consejera señaló que las personas que pasaron el COVID y que no se pueden vacunar todavía al no haber pasado los seis meses, serán "recaptados" para ser inmunizados con llamamientos en los puntos de vacunación. De esta forma, indicó que Sanidad ofrecerá "a todo el mundo" la correcta vacunación y adaptación a la estrategia nacional.

Finalmente, la titular de Sanidad indicó que las personas pendientes de recibir las segundas dosis deben estar pendientes de la información que les dieron al recibir el primer pinchazo y de las comunicaciones que se hacen, si bien recomendó cotejar la información en el portal de la Junta, para evitar hacer caso a carteles falsos como los difundidos este fin de semana en El Bierzo (León).

Igea recuerda que tener una caña delante no protege como la distancia o la mascarilla

El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, aseguró hoy que tener una caña delante no protege frente al COVID-19, sino la distancia de seguridad o el uso de la mascarilla, aunque se esté al aire libre. Así se pronunció ante lo visto "estos días" en algunas zonas.

En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró que las mascarillas, ahora obligatorias debido a la pandemia del COVID-19, "han venido para quedarse" en determinadas circunstancias, sin entrar a pronunciarse sobre la posibilidad de que se flexibilice su uso al aire libre.

Además, la titular de Sanidad indicó que se ha visto como han ayudado a prevenir infecciones respiratorias o gastrointestinales, por lo que en su opinión "a lo mejor" se aprende de otras culturas orientales, que las utilizan en determinadas estaciones y momentos, y se siguen usando, aunque no sea como ahora.