Los fondos europeos para la recuperación suponen una oportunidad para los estados miembros, pero también un reto. La inmediatez que requieren para su aplicación, requiere medidas directas en la gestión de los mismos.
La capacidad de gestión de estos fondos se ha puesto en el punto de mira para evitar el fracaso de la aplicación de los nuevos fondos europeos. En España se ha propuesto la creación de un organismo independiente para gestionar los fondos que se reciban desde la UE.
Otra opción es reformar las leyes para tratar de agilizar los procedimientos. Puede ser más rápido, pero no más sencillo, ya que requiere conciliar la mejor eficacia y rapidez en la gestión de estos fondos con los principios de transparencia, seguridad y buena administración.
El Gobierno de España ha optado por un Decreto Ley solo para facilitar la ejecución de estos fondos, dejando las otras reformas normativas para más adelante.