La batalla contra el coronavirus no se ha librado solo en los hospitales. La rápida expansión de la COVID-19 puso en jaque a la comunidad médica, que rápidamente debió buscar soluciones para frenar la propagación de este virus. China y Corea del Sur fueron las primeras en poner su tecnología al servicio del sistema sanitario, pero en la actualidad Europa y Estados Unidos han hecho lo mismo y han desarrollado un gran número de sistemas informativos para detectar, ordenar y agilizar la lucha contra el coronavirus.

La tecnología se ha puesto al servicio de la medicina, convirtiéndola en telemedicina, fundamental para evitar el colapso en hospitales. El big data o la inteligencia artificial han ayudado a los sanitarios de todo el mundo a poder desarrollar una estrategia mucho más definida contra un virus que se expandía a una velocidad superior a las capacidades de respuesta de muchos países.

Un ejemplo de ello es la compañía de transformación digital ‘Atos’. Esta empresa ha desarrollado un sistema de gestión digital que se ha puesto en marcha la ciudad de Viena y que se ampliará a toda Austria. Permite a los profesionales de la salud identificar a los pacientes relevantes y aprender a mejorar en tiempo real la respuesta al virus.

La plataforma almacena y gestiona todos los datos de los pacientes y los datos relacionados con el virus, incluyendo el seguimiento de los pacientes. Este sistema se desarrolla en tiempo real. Lleva funcionando desde principios de marzo. Una de las principales ventajas es que todos los procesos están apoyados y documentados de forma automática. El seguimiento de los contactos se realiza de inmediato, localizando el entorno de la persona afectada por esta enfermedad.