El Consejo de Gobierno dio luz verde a la adhesión de la Junta al Fondo de Facilidad Financiera que asignó a Castilla y León 224,46 millones de euros para cubrir las necesidades de endeudamiento correspondientes al primer trimestre de 2020. Las condiciones financieras del préstamo se concretan en un plazo de 12 años (incluyendo cuatro años de carencia) y un tipo de interés equivalente al coste medio de la deuda del Estado a un tiempo equivalente.

Cabe recordar que en julio de 2019, la Consejería de Economía y Hacienda solicitó la adhesión de Castilla y León al mecanismo para cubrir las necesidades de endeudamiento para 2020, al cumplir la Comunidad los requisitos previstos. El Ejecutivo autonómico adoptó esa decisión tras considerar "los potenciales beneficios" que se podrían obtener en el ahorro de intereses y al no ser necesaria la elaboración de un plan de ajuste. Asimismo, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos acordó el pasado 31 de enero la distribución de los recursos y asignó a Castilla y León la cuantía que asume hoy de ese fondo.

Las autonomías que pueden optar a este fondo son aquellas que cumplen los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, y que en su período medio de pago a proveedores no superan en más de treinta días el plazo máximo previsto en la normativa sobre morosidad. En este sentido, Castilla y León cumplió en 2018 con los citados requisitos.