La alcaldesa en funciones de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, fue la encargada hoy de "dejar un trocito de historia para las generaciones venideras" en el acto celebrado hoy en el Castillo de los Templarios, con el que se dio "inicio simbólico" a las obras del Castillo Viejo, financiadas en parte por el Ministerio de Fomento a través de una subvención del 1,5 por ciento Cultural. La regidora enterró en el pozo de la fortaleza una urna metálica que contenía diversos documentos sobre el pasado y el presente de la ciudad y recordó que la próxima Corporación, con un nuevo alcalde al frente, deberá continuar los trabajos.

Al respecto, Fernández Merayo valoró las obras como "el proyecto cultural más importante de la ciudad desde la última rehabilitación del Castillo" y valoró que los trabajos vayan acompañados de "un proyecto cultural en torno a la rehabilitación", mediante el que se documentarán con filmaciones y fotografías los diversos hallazgos arqueológicos que pudieran aparecer, que se datarán, catalogarán y depositarán en el Museo del Bierzo.

En ese sentido, la regidora recalcó que la zona sobre la que se intervendrá alberga "la historia de la Ponferrada de hace 3.000 años", ya que los investigadores sospechan que en ese punto pudo situarse un asentamiento de la Edad de Bronce. "Estamos pisando sobre la historia de la ciudad", aseguró Fernández Merayo.

En la misma línea, el arquitecto redactor del Plan Director del Castillo de los Templarios, Fernando Cobos, subrayó que las obras suponen la última gran fase de intervención recogida en ese documento, redactado en 1994. La recuperación del Castillo Viejo consistirá en primer lugar en un desescombro y una excavación arqueológica de la zona. "Nunca sabemos a ciencia cierta lo que nos vamos a encontrar", aseguró Cobos.

Además, se restaurará y consolidará el muro norte de la fortaleza y se habilitarán recorridos por las cuatro torres que integran esta pequeña porción del conjunto de la fortaleza: el Cubo Nuevo, el Cubo Viejo, la Torre del Homenaje y la Torre de los Reyes Católicos. También se abrirán al público las rondas bajas, actualmente cubiertas de vegetación. "Las obras en el Castillo de Ponferrada son siempre un reto desde el punto de vista técnico pero también de la excavación y la investigación", resumió el arquitecto.

En total, la intervención afectará a una superficie de más de 3.300 metros cuadrados y su presupuesto asciende a 1,9 millones de euros, de los que el Estado aportará 1,3 millones. Las obras deben finalizarse en un plazo de 18 meses, por lo que en diciembre de 2020 estos nuevos espacios ya estarán habilitados para su visita por parte del público.