La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) redujo hoy hasta los tres millones de toneladas la cosecha de cereal prevista para este año en una campaña "desastrosa y dramática" como consecuencia de la sequía, una situación prácticamente irreversible "salvo un milagro" ya que las predicciones no hablan de lluvias abundantes en los próximos días. La organización reconoció que la cosecha está "totalmente perdida" en los casos de Ávila, Zamora, Salamanca, Segovia y sur de Valladolid, y aunque pocas, aún hay esperanzas en los casos del centro de Valladolid, Burgos, Palencia y Soria.
El coordinador de UCCL en Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, reconoció ciertas esperanzas en algunas zonas, aunque el calor e incluso el viento del pasado fin de semana "se ha llevado al traste las pocas esperanzas" que había aún en relación a la cosecha. Si la media en Castilla y León en los últimos años se encuentra en unos 3.250 kilos por hectárea, a día de hoy esta expectativa se reduce hasta los 1.300 kilos. Aunque matizó que la situación es diferente en cada una de las provincias, aludió a casos como el de Ávila, donde "posiblemente no se llegue ni a los mil kilos" o a las mejores zonas de Burgos, donde había "esperanza" de recoger hasta 5.000 kilos por hectárea, aunque la climatología más reciente hace que esta expectativa se haya situado por debajo de los 3.500 kilos por hectárea.
Pero si la reducción del cereal ha sido "drástica", en el caso de los forrajes se augura una caída de entre un 40 y un 50 por ciento respecto a un año normal. Al hacer alusión a las leguminosas, Palacín confió en que pueda "salvarse" algún guisante, aunque lamentó que "la mayoría de las leguminosas ni se van a poder cosechar", en especial en el caso de las lentejas. Tampoco los pastos viven su mejor momento y desde hace días se encuentran "desaparecidos" porque se encuentran "totalmente secos", algo que influye directamente también en el caso de la ganadería.
Palacín no solo hizo referencia a la situación provocada por las malas condiciones climáticas, sino que también aludió al "impasse" por la falta de Gobierno, ante lo que aseguró que el sector agrícola y ganadero "no se puede parar". Por ese motivo pidió "urgentemente" al Gobierno en funciones que convoque la Mesa de la Sequía para empezar a evaluar los daños actuales y las pérdidas que se han producido en Castilla y León, así como poner sobre la mesa "medidas concretas".
"En tres años, dos de sequía, no lo aguanta ninguna explotación", lamentó Palacín, quien recordó las malas condiciones que se dieron también en el año 2017, aunque auguró que si este año sigue esta tendencia "puede dar al traste con muchísimas explotaciones de Castilla y León", dijo. Igualmente recordó que el sector agrario supone un seis por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León, por lo que advirtió de que "si caemos nosotros, cae la industria y muchos servicios que viven de nosotros" porque el sector agrario es "la base de la economía" de la región.
Por ello pidió hablar de "medidas concretas" e incluso se planteó el estudio de las ayudas directas, con la activación del mecanismo de mínimis, con hasta 15.000 euros por explotación "en función de los casos y de la zona" ya que, de lo contrario "van a caer muchas explotaciones este año", algo que Castilla y León no se puede permitir porque "no estamos para perder economía ni tejido productivo ni puestos de trabajo", sentenció.
Desde la ejecutiva de UCCL, Valentín García Fraile se refirió a los seguros agrarios y pidió una revisión anual del sistema de seguros, ya que existe "mucho déficit". Además, cifró en torno a los ocho millones en ayudas a los seguros agrarios, cuando hace aproximadamente una década se llegó a alcanzar casi el doble.