La fiscal del caso del crimen de Sara mantiene su acusación sobre Roberto H.H. como autor material de los hechos y, en un contundente alegato final, acusó a la madre, Davinia M.G., de los mismos delitos por omisión de su deber. "Davinia jugó a la ruleta rusa con hija", afirmó la representante del Ministerio Fiscal, a pesar de saber que Sara podía ser violada y asesinada por Roberto H.H., y de conocer perfectamente que él era el responsable de los malos tratos que la niña venía sufriendo de forma reiterada desde hacía más de un mes.

De forma similar se pronunciaron en sus alegatos finales las acusaciones particulares, tanto la ejercida por la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavasymt), como por la asociación Clara Campoamor, que además de insistir en que todas las pruebas e indicios apuntan a Roberto H.H. como autor material de la violación y de la paliza mortal que recibió la niña, cargaron contra la madre por no hacer nada para evitar el fatal desenlace y, lo que es peor, por intentar siempre defender a Roberto y mantener a toda costa su relación sentimental con él por encima del deber de proteger a su hija.

El abogado de la asociación Clara Campoamor, Luis Alberto Calvo, se refirió a Roberto como un "monstruo al que no se le puede llamar persona", y resaltó que el comportamiento de Davinia, a la que nunca importó lo que le pudiera pasar a su hija, "no tiene perdón". En este sentido, indicó que dado los antecedentes y lo ocurrido el día 28, cuando Sara aparece con un fuerte golpe en la sien, el asesinato de la menor a manos de Roberto era "totalmente previsible".

Además, a excepción de la ejercida por el padre de Sara, todas las acusaciones sostienen que la única preocupación de Davinia mantener su relación con Roberto. En este punto, la fiscal recordó como es la propia Davinia la que en el momento en que los facultativos del 112 están intentando reanimar a su hija, ella le manda un mensaje por WhatsApp para advertirle que tenga cuidado y que "todos son policías".

A su vez, la fiscal también resaltó la frialdad con la que Davinia reaccionó cuando llegó a casa y se encuentra a su hija, con la cara totalmente desfigurada debido a las numerosas heridas y hematomas que presentaba, intentando ser reanimada de una parada cardiorespiratoria por los facultativos del 112, o cuando después de que la Policía le comunica el fallecimiento de su hija y le informa de que ha sido violada, Davinia presta declaración durante más de dos horas sin inmutarse.

Otra de las pruebas que para el Ministerio Público pone de manifiesto el interés de Davinia por mantener su relación con Roberto por encima de todo son las treinta cartas que le escribe desde la cárcel y en las que le indica que no se preocupe y que lo importante es preparar las declaraciones del juicio.

Al mismo tiempo, también argumentó que todas las alarmas alrededor de Davinia ya se habían encendido y estaban advirtiendo de que a Sara algo malo la podía ocurrir. Desde la denuncia de los médicos del Campo Grande, hasta la preocupación de los tíos por el fuerte golpe sufrido el día 28, o hasta la investigación abierta por los servicios sociales de la Junta. En este punto, la abogada de Adavasymt afirmó la madre que consintió lo que pasó, "ya que de forma sencilla, habiendo llevado a su hija al médico tras el golpe del día 28, todo se podía haber evitado".

Engaños a la Policía

Además, las acusaciones también recodaron cómo en todo momento Davinia intenta engañar a la Policía y a los servicios sociales cuando culpa al padre de Sara los malos tratos, a pesar de que el progenitor de la pequeña el 8 de julio emprende un viaja a Rumanía, y como un día antes del fatal desenlace le envía un mensaje a Roberto y a su hija mayor pidiéndoles que por ningún concepto abran la puerta a los servicios sociales.

Por su parte, la acusación particular ejercida por el padre de Sara, que considera que Davinia no estaba al corriente de la situación, mantuvo, al contrario que el Ministerio Fiscal, que el asesinato de Sara existió ensañamiento.

En los alegatos finales de todas las acusaciones también se recalcó que la autopsia de Sara no deja lugar a dudas a que fue violada y que su fallecimiento se debió a las heridas mortales que sufrió en la cabeza.

El odio de Roberto H.H a los rumanos y la obsesión que tenía con Sara fueron otros argumentos esgrimidos por las acusaciones. El juicio continuará esta tarde, a partir de las 18.15 horas, con los alegatos finales de las defensas de Roberto H.H y Davinia M.G., que se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable.