La versión que la madre de la pequeña Sara dio al inicio del juicio ha quedado hoy en entredicho. Davinia declaró que no supo que su hija fue violada horas antes de su fallecimiento hasta que, una vez en la cárcel, su abogado le hizo entrega del informe del forense. Sin embargo, el responsable de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), cuerpo policial especializado también en casos de violencia a menores, declaró este jueves que en el momento de la detención de Davinia, él la informó personalmente de que su hija había sido violada y de que presentaba lesiones muy graves. Además, aseguró en los 39 años de servicio en el CNP, nunca había visto una reacción tan fría como la de Davinia, ya que después de comunicarle lo sucedido a su hija, aceptó declarar y lo hizo durante tres horas para defender en todo momento a su parea, Roberto H.H. "Era como que estaba en su mundo y no quería ver nada de lo que la rodeaba", sentenció.

Este agente, que también explicó que Roberto fue detenido mientras prestaba declaración como testigo, dado que en ese mismo momento reciben una llamada telefónica del juzgado en la que le informaron de la gravedad de las heridas y de que la pequeña Sara había sido violada.

La frialdad y la tranquilidad tanto de Roberto como de Davinia en las horas previas a la muerte de Sara, fueron dos constantes en las declaraciones del equipo sanitario del 112 que acudió al domicilio, así como en los agentes que se personaron en el piso en la mañana del 2 de agosto. Además, algunos policías también indicaron que durante la maniobra de reanimación a Sara, la hermana mayor estuvo desayunando en la cocina con toda tranquilidad.

A su vez, los facultativos del 112 confirmaron que cuando llegaron al domicilio familiar, Sara se encontraba en parada cardiorespiratoria y que presentaba un enorme hematoma en la cabeza, principalmente en la zona de los ojos, que podía corresponder con un fuerte golpe producido días atrás y heridas recientes en las uñas de las manos.

Golpe "escandaloso"

En la jornada de hoy también prestó declaración el hermano de Davinia, que confesó que ahora se arrepiente de no haber actuado de otra forma cuando el día 28, al llegar a casa con su hermana, se encuentran a Sara con un golpe "escandaloso" en la cabeza y les dice que la pequeña se ha pegado un golpe con una mesa.

El hermano indicó que, a pesar de la gravedad de las heridas, Roberto intentó cambiar de tema e incluso le comento que estaba pensando pintar el piso. El hermano recordó como después de insistir durante un buen rato a Davinia que llevara a la pequeña al médico, ella se negó, y que minutos después, deciden llamar a la Policía, desde donde les informan que para intervenir ellos es necesaria una denuncia.

"Lo último que yo podía pensar ese día es que un adulto pudiera agredir a una niña de cuatro años, por lo que reñí a Andrea", declaró el hermano, a la vez que reconoció que Sara asentía con la cabeza cuando Roberto explicó que el golpe se lo había producido con una mesa.