Dos de las funcionarias del Servicio de Protección a la Infancia de la Junta de Castilla y León que se hicieron cargo del caso de Sara por indicación de la Fiscalía de Valladolid, 14 días después de que dos doctores del hospital Campo Grande dieran la voz de alarma por un presunto caso de malos tratos, constataron hoy que la madre de la pequeña, Davinia M.G., además de engañarles, les dejó plantados un día antes de la brutal paliza que recibió Sara y que, horas más tarde, le costó la vida.

En su declaración, ambas resaltaron que la madre les engañó cuando les informó de que tanto Sara como su hermana Andrea irían a una guardería mientras ella se encontraba trabajando, y que su principal temor, al no conocer la existencia de Roberto hasta el día 28 de julio, era que las niñas se podían quedar solas en casa.

El requerimiento de la Fiscalía de Valladolid llegó por correo ordinario al Servicio de Protección de la Infancia el día 25 de julio, que no concede al caso un nivel máximo de urgencia, dado que el informe se ha presentado por correo ordinario, que la pequeña no ingresó en el hospital Campo Grande, que los médicos indicaron que no había indicios de abusos sexuales y, sobre todo, al considerar la Policía que se trataba de un presunto caso de violencia en el ámbito familiar y que el único sospechoso, el padre de Sara, estaba fuera del país.

No obstante, el mismo 25 de julio las funcionarias concertaron una reunión con Danivia para el día siguiente, en la que mantienen entrevistas por separado con la madre y las hijas. En ese encuentro, Davinia, además de justificar las heridas que presentaba Sara el día 11 cuando acudió a las urgencias del Campo Grande, indicando que se peleaba con su hermana y que era una niña muy movida que se caía mucho, nunca se refirió a Roberto H.H., a pesar de que la preguntaron si en el domicilio familiar vivía alguna persona más y de advertirla que sospechaban de que Sara podía ser víctima de malos tratos.

Las trabajadoras del Servicio de Protección a la Infancia también explicaron que horas después de la entrevista y, ante las contradicciones entre las declaraciones de Davinia y el expediente remitido por la Fiscalía, le telefonearon para concertar otra cita en el domicilio familiar, que se fijó para el día 28 de julio. Horas antes de la cita, la propia Davinia telefoneó para anular la cita por motivos laborales y acordaron un nuevo encuentro para el 1 de agosto. Es en esta conversación telefónica en la que Davinia, les dice que deja a las niñas con su hermana Rosana o con un amigo de la infancia y de total confianza, aunque en ningún momento da su nombre.

Ese mismo día, el 28 de julio, y una vez que Davinia aplaza la cita y que su hermana Rosana les confirma que hace 15 días que no ve a sus sobrinas, las funcionarias deciden hacer una visita sorpresa al domicilio, aunque allí nadie les abre la puerta. La misma situación, según relataron, se encontraron el día 1 de agosto, cuando acudieron a la cita que previamente habían acordado con Davinia.

Ante esta situación, el da 2 de agosto, el mismo día que Sara ingresa en el hospital tras haber sido víctima de una brutal paliza, el Servicio de Protección a la Infancia, en una reunión celebrada a primera hora, decide hacerse cargo de la tutela de las niñas.

En su declaración, una de las funcionarias que se acercó al hospital para comunicar a Davinia que la Junta se hacía cargo de la custodia de sus hijas, destacó la frialdad de la madre en esos momentos, y aseguró que estaba más preocupada por el asunto de la tutela que por la suerte que podía correr la vida de Sara.

Amenazas

En la jornada de hoy también declararon las dos hermanas de Davinia, Pilar y Rosana. Esta última resaltó que nunca se pudo imaginar que su sobrina estaba siendo víctima de malos tratos, a la vez que aseguró que Roberto "tenía amenazada a Andrea. La llevó a su terreno para que confiara en él".

Además, también calificó de normal el comportamiento del padre de Sara con las niñas y aseguró que hasta que no comenzó la relación de su hermana con Roberto, Sara nunca había tenido heridas tan fuertes y de una forma tan repetida. Incluso, aseguró que durante una semana de junio en la que las niñas y su padre convivieron en una casa familiar en Pedrajas con ella y su hermano, ella pudo comprobar cómo Sara solo quería estar con su padre.

La hermana de Davinia, que ahora tiene en acogida a Andrea, también explicó que las alarmas se encendieron el día 28 de julio cuando Sara sufrió un fuerte golpe en la sien y ni ella ni su hermano Pedro logran convencer a Davinia para que llevara al médico a la pequeña. Además, resaltó que aunque estuvieron cuatro horas, en ningún momento su hermana les dejó entrar en casa. "Roberto logró poner a mi hermana en mi contra y desde que él apareció en la vida de mi hermana era imposible subir a su casa", aseveró.

También declararon hoy la otra hermana de Davinia, Pilar, así como una hija de ésta y su novio. Este último aseguró que en una ocasión Roberto le confeso su odio por los rumanos, a la vez que calificó de "puta" a Davinia.

El juicio se reanudará el jueves, 2 de mayo, con la declaración del hermano de Davinia