"La ciberseguridad, junto con el cambio climático y las desigualdades son los tres grandes retos de la sociedad moderna", aseguró hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita al Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), con sede en León, del que resaltó su papel para "lidiar contra las guerras híbridas en las que es más difícil identificas quien las organiza y promueve".

Para Pedro Sánchez, "proteger a Europa en el ámbito de la ciberseguridad tiene que ayudar a transformar la desconfianza de los ciudadanos ante los nuevos cambios tecnológicos", porque "la ciberseguridad es sinónimo de calidad democrática", ya que "además de influir en la confianza de las personas, protege activos y valores como la tolerancia y el respeto", motivo por el que "es mayor la esperanza que el miedo".

Con este objetivo de protección, el presidente recordó que el Gobierno renovará en 2019 la Estrategia de Ciberseguridad Nacional, que "se rige por normas de 2013", para así poder "alinearla con la Estrategia Nacional de Seguridad de 2017 y definir "España como país con vocación global, interconectado e interdependiente para poder aprovechar la oportunidad de progreso" en un contexto europeo en el que "España es uno de los países más avanzados en la materia", algo que "debe quedar reflejado en una hiperconectividad que permita que la solución venga de la mano de aquellos que están conectados".

En este sentido, Pedro Sánchez enfatizó que la ciberseguridad "no es una opción, sino una necesidad", por lo que abogó por traspasar "coyunturas, siglas y fronteras", así como por la coordinación entre empresas privadas y la sociedad civil "que asume y corre los riesgos", con el objetivo de "redoblar esfuerzos" para poder "conciencias a la ciudadanía de los retos que afectan a su seguridad".

Además, Sánchez apuntó que los dos graves momentos de la ciberseguridad han sido "la crisis económica y financiera que golpeó la confianza general de la ciudadanía por las posibilidades existentes de suplantación" y "el uso malicioso del terrorismo a través del reclutamiento de miembros y la obtención de financiación".

A ello, el presidente del Gobierno sumó "el daño" que provoca el ‘big data’ y las ‘fake news’, "con la clara intención política de jaquear la democracia y hacer perder la confianza de la ciudadanía" a través de "guerras híbridas en las que es más difícil identificar quien las organiza y promueve", para lo que "lidian con éxito" espacios como Incibe u otros organismos estatales.

En este sentido, el director general de Incibe, Alberto Hernández, puso de relieve el trabajo del Instituto como "instrumento del Estado para trabajar en fomentar la tecnología", así como para "detectar ciberataques, concienciar en un uso responsable de la tecnología y ayudar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado a luchar contra grupos organizados de ciberdelincuencia.

Alberto Hernández resaltó también la oportunidad de la Ciberseguridad para "generar riqueza, puestos de trabajo y nuevas empresas", al ser un sector "que emplea a muchos profesionales y en el que la mujer va a jugar un papel importante".

Por su parte, el alcalde de León, Antonio Silván, se refirió al Incibe como "el buque insignia de la Ciberseguridad" a nivel "autonómico, nacional e internacional" por su "importancia y transcendencia en el sector de las tecnologías y la ciberseguridad", que supone "una prueba de unidad de acción entre el Gobierno, la Junta, el Ayuntamiento de León, la Universidad de León y el sector privado".