La Guardia Civil ha desmantelado una banda criminal integrada por tres ciudadanos albaneses y un español acusada de cometer 18 robos con fuerza en viviendas, de los que nueve se registraron en Valladolid capital y en las localidades de Zaratán, Arroyo de la Encomienda, Herrera de Duero y Simancas entre los días 17 y 21 del pasado mes de febrero, además de otros ocho cometidos en las provincias de Granada, Jaén y Córdoba, aunque también se está investigando su autoría en otro número importante de robos cometidos en Santander, Lérida y Málaga.

La operación policial continúa abierta y además de no descartarse nuevas detenciones de personas implicadas con este grupo, también se está recopilando información a través de Interpol y Europol de Albania, Lituania e Italia sobre la identidad de los detenidos, sus antecedentes policiales y sus bienes económicos con los que poder hacer frente a las indemnizaciones a los perjudicados.

En este sentido, el jefe de Operaciones de la Comandancia de Valladolid, el teniente coronel Javier Peña, explicó que sobre uno de los detenidos pesaba una orden de prohibición de entrada al Espacio Schengen dictada por un juzgado italiano lo que, a falta de confirmación oficial, apunta que se trata de una persona con un amplio historial delictivo que se ha movido por toda Europa.

Peña también resaltó que la colaboración ciudadana ha sido la clave de este éxito policial y explicó que fue el testimonio de una persona que sospechó de un turismo aparcado en un pinar lo que puso a los agentes tras la pista de la banda, una vez que se confirmara que dicho coche había sido alquilado en Granada por un ciudadano albanés.

Así, la Policía Judicial de la Comandancia de Valladolid puso en marcha un dispositivo con el que comprobó que esta banda itinerante tenía su base en la localidad granadina de Atarfe, desde donde se desplazaban por todo el territorio. Además, contaron con la colaboración de un español que, mediante la falsificación de un contrato de trabajo y varias nóminas, alquiló la vivienda en la que residían.

El ‘modus operandi’ de la banda siempre era mismo. Primero, y siempre en horario de tarde, se desplazaban a estudiar la zona de actuación y las viviendas más idóneas para asaltarlas en días posteriores. Tras seleccionar el domicilio y aparcar el vehículo en las inmediaciones, accedían a las viviendas escalando vallas o muros perimetrales, para después forzar alguna de las ventanas, aunque en alguna ocasión también utilizaron el método del ‘resbalón’. Al igual que la vigilancia previa, los robos siempre se cometían por la tarde y una vez que habían comprobado que ningún miembro de la familia se encontraba en el interior del domicilio.

La Guardia Civil estima para para cometer los nueve robos de Valladolid los ladrones, cuyas edades oscilan entre los 35 y los 45 años, permanecieron en la ciudad durante una semana, alojándose en establecimientos hosteleros.

Medidas de seguridad

El teniente coronel Peña también resaltó que los integrantes de la banda tenían un amplio conocimiento de la metodología policial en cuanto a las vigilancias, por lo que adoptaban rigurosas medidas de seguridad como esconder los utensilios que empleaban para cometer los asaltos en una zona de monte deshabitada y cercana a su vivienda de Atarfe.

Además, y para no acumular muchos de los efectos robados, principalmente joyas y dinero, la Guardia Civil sospecha que los detenidos se deshacían de los mismos de forma periódica, dado que durante la investigación se pudo comprobar que uno de los integrantes de la banda realizó varios viajes en avión a Barcelona.

La explotación de la operación tuvo lugar el pasado 8 de marzo cuando los agentes detuvieron a los tres delincuentes cuando regresaban de cometer un robo en la provincia de Jaén, para después proceder al registro en la vivienda utilizada por la banda, donde recuperaron diversas joyas, relojes, 2.800 euros en metálico y otros efectos.

El Instituto Armado también sospecha que los tres súbditos albaneses se habían desplazado específicamente a España para cometer estos robos y que estaban a punto de regresar a su país, dado que el permiso legal de estancia es de tres meses. Los detenidos se encuentran en prisión en Granada, mientras que la instrucción del caso corresponde a un juzgado de Valladolid.

En la presentación de la operación de la Guardia Civil a los medios de comunicación también participó la delegada del Gobierno Virginia Barcones, que felicitó al Instituto Armado por la operación y destacó su eficacia.