El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reconocido hoy en Valladolid que el adelanto electoral era inevitable. Sin embargo, ha cargado contra "las prisas" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusa de pensar más en los intereses del Partido Socialista, dejando sin desarrollar hasta 200 leyes y reformas que no podrán desarrollarse porque las Cortes se disolverán antes de poder hacerlo: "Imposibilita de forma directa la aprobación definitiva de muchas leyes que justificaron la aprobación de la moción de censura, como por ejemplo la ley mordaza". Garzón reconoce que esta celeridad impedirá "revertir los recortes civiles y sociales del Partido Popular".

Garzón ha aprovechado para hacer un llamamiento al votante de izquierdas para que "no se quede en casa", como ocurrió, ha asegurado, en las pasadas elecciones andaluzas. Asegura que su formación está preparada para la cita electoral y cree que si centran el discurso en los problemas del ciudadano, éste responderá. La propuesta a corto, medio y largo plazo de IU pasa, ha declarado, por luchar contra los dos retos actuales más importantes: "Los sociales, los que tienen que ver con el empeoramiento de los servicios sociales y los retos que plantean el inminente colapso ecológico".

La confluencia en Castilla y León, complicada

Y sobre la confluencia con Podemos en Castilla y León, Garzón ha reconocido que está complicado, aunque tampoco considera que sea fundamental. El escenario está más despejado a nivel nacional, aunque también ha reconocido que el acuerdo no está cerrado aún. Eso sí, ha llamado al partido morado a resolver cuanto antes los problemas internos, aunque también ha querido marcar distancia: "Nosotros no nos metemos en casa ajena".