La Guardia Civil ve "claros indicios" de que la asesina de Gabriel pudo "segar la vida" de su propia hija en 1996
La niña, de cuatro años, murió tras caer de madrugada por la ventana de su casa en Burgos.
Un informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del asesinato del niño Gabriel Cruz en Almería apunta en esa dirección y permite "ahondar en la hipótesis de que fuera la propia Ana Julia la que segara la vida de aquella menor", según publica elperiodico.com.
La niña, de cuatro años, llegó a España las navidades de 1995. Nada más nacer, su madre la había dejado al cuidado de su abuela en la República Dominicana. Ana Julia llegó a Burgos a ganarse la vida en 1992. Conoció a Miguel Ángel, un camionero con el que se casó y tuvo a otro niña, Judit. El hombre aceptó traer a la otra cría a vivir con ellos en su piso de la calle Casa la Vega de Burgos.
Pero, unos meses después de llegar, la niña caía desde la habitación del séptimo piso donde dormía con su hermana pequeña. El caso se archivó como un accidente después de que la madre advirtiera de episodios de sonambulismo en su hija.
Las investigaciones retomadas después de que Ana Julia Quezada fuera detenida por el asesinato de Gabriel Cruz, el hijo de ocho años de su última pareja, recogen "la dificultad de que una niña de solo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara desde un edificio", según el informe de la Guardia Civil.
También recoge lo extraño del supuesto accidente: la niña tuvo que subirse a una mesa, abrir una ventana interna que protegía del frío, luego abrir una segunda ventana, lo que según la Guardia Civil "requiere de cierta maña y fuerza". Cuando ocurrió el suceso, en la casa solo estaban Ana Julia y las dos niñas, la pequeña era entonces un bebé; el padre trabajaba en el turno de noche.
Tras el crimen de Gabriel, el hombre explicó: "Mientras convivió conmigo, Ridelca no sufrió ningún episodio de sonambulismo ni estaba medicada por ello. Días después de que muriera, Ana Julia me comentó que la había sorprendido entre una de las ventanas. Yo le reproché que no me lo hubiera dicho porque podríamos haber puesto medios para evitar lo que pasó, pero ella me contestó que la había regañado y pensó que no lo volvería a hacer".
Ana Julia no pudo ser interrogada por la policía cuando murió su hija mayor porque sufría "una supuesta situación de estrés-traumática". Los investigadores llaman la atención de que la mujer "trató de emular esa misma circunstancia con Gabriel, aduciendo encontrarse sedada, malherida o convulsa el día de la aparición de la camiseta del menor".
Un pariente de la mujer, José Ángel Alonso, casado con una tía de Ana Julia, declaró a la Guardia Civil que ella contaba "cada día algo distinto" de cómo había ocurrido el accidente mortal de la niña. "En una versión decía que la ventana de la casa estaba abierta, en otra decía que estaba cerrada… Nos resultó raro, pero el juez dijo que había sido un accidente y así se quedó". Según este hombre, Ana Julia contaba la muerte de su hija mayor de una forma "fría, sin sentimientos, como a quien se le había roto un plato viejo".
El que fuera marido de Ana Julia, y padre legal de Ridelca tras su llegada a España, Miguel Ángel Redondo, contó a la Guardia Civil tras el asesinato del niño Gabriel en Almería que él mismo sufrió "enfermedades repentinas sin sentido aparente" mientras estuvo casado con Ana Julia, por las que tuvo que ser ingresado dos veces en el hospital Divino Valles de Burgos. Los estudios y análisis clínicos que le hicieron no averiguaron por qué sufría fiebres tan altas sin motivo conocido. No ha vuelto a padecer nada similar.
En aquellos años, recordó el camionero, tenía un seguro de vida suscrito al 50% con Ana Julia. El hombre admitió sus "sospechas, ahora, de que Ana Julia pudiera estar detrás de aquello". 22 años después, la Guardia Civil descubrió que uno de los archivos guardados como "favoritos" en el ordenador portátil de la asesina de Gabriel era un vídeo de youtube con las "Diez plantas venenosas más mortales del mundo".
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