Vestas esperó a que finalizara el plazo de reclamaciones de 12,5 millones de euros de ayudas que recibió del Gobierno de la Nación y la Junta de Castilla y León para presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo y el anuncio del cierre de la planta en Villadangos del Páramo (León). Las ayudas públicas, a las que habría que sumar otro millón de euros para la planta que Vestas tuvo abierta durante unos años en Ólvega (Soria) y que algunas había sido cofinanciadas por la Unión de Europea, eran, en su mayor parte, para inversión, que tenían un plazo de vigencia y con la garantía del mantenimiento del empleo. Este plazo finalizaba en junio y la empresa comunicó el cierre ayer.

Tras dar a conocer este dato, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, subrayó que la compañía "lo tenía muy bien estudiado" porque "no tenía sentido esperar al plazo justo, en que esas ayudas no se podían reclamar, para plantear no un recorte de la producción sino el cierre". Pese a ello y después de criticar la "deslealtad" de la compañía y calificar de "inaceptable" las formas de la dirección de la empresa al comunicar el anuncio del cierre, Del Olmo y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, apuntaron que hoy mismo enviarán una carta a la sede central de Vestas en Dinamarca para solicitar una reunión "urgente" con el centro de decisión y el consejero delegado de la compañía, a ser posible esta semana, y tratar de paralizar el ERE extintivo, que entra en vigor el 3 de septiembre.

Tras mantener una reunión con el comité de empresa, en la que también estuvo el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, todos coincidieron en la necesidad de que ambas administraciones trabajen "de la mano" con el objetivo claro de revertir esa situación y continuar con la unidad productiva de la factoría y mantener los 360 empleos directos y hasta 2.000 indirectos.

La ministra, quien reconoció la situación es "difícil", apostó por plantear a los máximos dirigente de la multinacional que la planta de Villadangos tiene viabilidad y que cuentan con todas las ayudas disponibles de ambas administraciones, tras la presentación de un plan industrial. "Se trata de una factoría moderna y solo requiere de una reorientación", precisó. En ese sentido, mostró su "sorpresa" por la decisión de la empresa, después de la llegada de un nuevo Gobierno central, con unas expectativas "importantes" de desarrollo de las energías renovables.

Reyes Maroto afirmó, según recogió Ical, que la reunión con los máximos responsables de Vestas en Dinamarca servirá para que Junta y Ejecutivo central conozcan los "parámetros" de la multinacional y ofrezcan las ayudas de ambas administraciones y, además, presentar las "expectativas" del nuevo Gobierno con las energías renovables. "Vestas tiene que recuperar esa competitividad que la empresa alega que ha perdido y por eso hay que ver las oportunidades de desarrollo en la provincia de León", añadió.

La ministra mostró su sorpresa con el anuncio de ayer del cierre de la planta porque, en primer, lugar tenía previsto una reunión el próximo lunes con la dirección de la empresa, que ha sido anulada. "Estábamos trabajando para dar solución a este problema que pensábamos que teníamos solución, lo seguimos pensado. Pero la decisión de ayer ha caído con incertidumbre porque entre todos estudiábamos las oportunidades de desarrollo de la planta", subrayó.

Situación "muy difícil"

En el mismo sentido, se pronunció la consejera de Hacienda quien reiteró que la situación es "muy difícil" porque las multinacionales adoptan sus medidas "sin caras ni ojos", lo que obliga a "luchar hasta donde podamos". De ahí que avanzara que abrirán vías de negociación con Europa, a través de los eurodiputados de Castilla y León para que conozcan la situación de Vestas y explicarles su decisión de deslocalizar su producción en la provincia de León a "países más competitivos" como China, India, Argentina. La decisión, apuntó, no está relacionada con problemas económicos porque el grupo Vestas ha cerrado con beneficios, por encima del 11 por ciento.

Una explicación que, según la titular de Hacienda y Economía, supone que no solo sea un problema de Castilla y León sino también de España y de Europa. Por su parte, la ministra expuso que contactará con el ministro danés de Transición Ecológica y el Gobierno central llevará a cabo otras acciones diplomáticos "al máximo nivel".