La epidemia de gripe que atenaza Castilla y León desde mediados de diciembre continúa en fase de "crecimiento" y expansión, según desveló este lunes el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, que aseguró que la Comunidad está entre las autonomías con mayor tasa de incidencia tras Asturias, si bien la intensidad de la enfermedad "todavía es baja en Castilla y León en relación con otras regiones". "Todavía no sabemos cuándo se alcanzará el pico epidémico, y a partir de ese momento descenderá", añadió.
Para hacer frente a esta situación, la Consejería de Sanidad ha puesto en marcha un ‘Plan de contingencia de invierno 2017-2018’, que se prolongará al menos hasta finales de enero, cuyo objetivo es organizar la actividad sanitaria para garantizar, en todo momento, la calidad asistencial. Por ello, se han puesto es servicio 89 camas más que en el inicio del Plan en los hospitales Clínico Universitario de Valladolid, Hospital de Soria, Complejo Asistencial de Ávila, Hospital del Bierzo, Universitario de Salamanca, Hospital de Segovia, Medina del Campo y Zamora. Además, se han reforzado las plantillas en ocho de los hospitales con 79 profesionales.
En cuanto a la incidencia por edades, el consejero explicó que, dentro de los grupos de riesgo, es mayor entre los niños menores de 4 años (con una tasa de 2.300 afectados entre cada 100.000), un dato que desciende hasta los 1.500 en el caso de infantes con entre 5 y 14 años, y que se sitúa en torno a los 250 en los mayores de 65 años.
En Castilla y León, señaló, se registraron 228 casos por cada 100.000 habitantes en la última semana de 2017, con un ratio estandarizado de 239. En cuanto a los casos acumulados, la cifra se situó en 260 por cada 100.000 habitantes entre los no vacunados, y 16 dentro de los vacunados.