Nadal afirma que "hay un interés general" en mantener Velilla y Lada abiertas
Iberdrola se compromete a dilatar el cierre de las centrales hasta 2020, aunque el ministro critica la “falta de flexibilidad” de la compañía
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, aseguró este jueves que "hay un interés general en mantener las centrales" de Lada, en Asturias, y Velilla, en Palencia, abiertas al tratarse de unas centrales que, aunque pequeñas (alrededor de 300 megavatios), son plantas que "entran de forma habitual en el mercado energético".
Álvaro Nadal justificó esta afirmación en que si no hubieran estado operativas en los últimos 3 años, el precio de la luz hubiera repercutido en dos euros y medio al año en la factura de las familias españolas (38 céntimos de euro más por megavatio/hora). Explicó el cálculo gracias al algoritmo que 'Euphemia', que mide el precio de la luz de 24 de los 28 países europeos, hizo de estas dos unidades de producción de energía.
"Hay un interés general claro en que estas centrales se mantengan porque ayudan a contener los precios", reiteró Nadal tras el encuentro que mantuvo durante más de dos horas y media con los presidentes de Asturias, Javier Fernández, y de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, junto al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, para tratar la demanda de la eléctrica de cerrar las centrales de carbón de Lada y Velilla.
El presidente de Iberdrola se comprometió a dilatar el cierre de las centrales hasta el año 2020, aunque el ministro calificó la actitud del directivo de "falta de flexibilidad", ya que se le propuso la venta de las plantas a otros operadores, "puesto que siguen siendo de utilidad para el control de precios del sistema eléctrico español y, además, son rentables".
Iberdrola anunció recientemente la decisión de completar el proceso de cierre de todas sus centrales de carbón en el mundo, fuente de energía que, recordó, representa en la actualidad sólo el 1,8 por ciento de la capacidad total del grupo, que asciende a 48.062 megavatios (MW). Por ello, la compañía solicitó la autorización de cierre de estas centrales térmicas ante el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, plantas que suman una potencia de 874 MW.
Por su parte, Herrera subrayó la "posición de prepotencia" de la compañía que, lamentó, viene reiterando "como agua que cae sobre lluvia previa" en la Comunidad. En esta línea reiteró que "la política energética corresponde a los poderes públicos" y criticó los argumentos de la compañía eléctrica sobre su compromiso con el cambio climático porque "aqui nadie tiene el monopolio de lo verde". Herrera dijo entender los argumentos, pero rechazó que justifiquen decisiones de este tipo de manera unilateral. "No justifican decisiones empresairales aisladas que pretenden marcar la política energética del país", advirtió.
Herrera incidió finalmente en que los efectos del cierre de la central de Velilla en el norte de Palencia alcanzaría a 80 empleos directos y otros 200 indirectos con un impacto "muy grave" y efectos "devastadores".
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