El director de la Academia Básica del Aire de León, el coronel José Antonio Gutiérrez Sevilla, apuntó este martes tras recibir la Medalla de Oro de las Cortes que siempre habrá un suboficial aviador que será "embajador entusiasta" de la provincia y la Comunidad como "noble tierra que le vio nacer como militar" y orgulloso de llevar consigo un "pedazo" de este reconocimiento.

En su discurso en la Cámara autonómica, el coronel reconoció que este día quedará grabado para siempre en "nuestros corazones". Precisó que el Castillo de Oro y el León Rampante -que aparecen en el escudo de Castilla y León- acompañarán a los aviadores militares donde quiera que su destino les lleve. "Nos sentiremos siempre leoneses. Seremos, ya por siempre, castellanos y leoneses", aseveró.

Subrayó que la Medalla de Oro de las Cortes debe ser un "estímulo" y un "acicate" para lograr la excelencia de la misión que tiene encomendada como es la formación de los suboficiales del Ejército del Aire. Una formación que, dijo, debe estar asentada sobre los valores militares para que los cuadros de mando cuenten con una sólida capacidad de liderazgo, además de disponer de las competencias técnicas y profesionales. Solo así, añadió, lograrán futuros sargentos en la vanguardia tecnológica y capacitados para operar, mantener y proteger los modernos sistemas de armas.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, destacó que Castilla y León fue siempre una comunidad muy ligada al Ejército del Aire al contar con bases aéreas de Matacán (Salamanca), Villafría (Burgos) y Villanubla (Valladolid), además de La Virgen del Camino (León), donde está la Academia Básica del Aire. Valoró que la autonomía se ha convertido en un "referente indiscutible" en el Ejército del Aire como es la formación de personal. "Los avances aeronáuticos y las novedades de armamento sirven de muy poco si al mando de estos instrumentos no se encuentran hombres y mujeres debidamente preparados", afirmó.

Cospedal subrayó el aprendizaje "integral" del centro de León, tanto en valores como la académica, sin olvidar los nuevos retos y desafíos que requieren de una actualización constante de las capacidades, la formación y el entrenamiento. Consideró que el "principal acierto" de la Academia Básica ha sido conjugar la herencia recibida con la "imprescindible" innovación para formar al mejor suboficial.