Ocho capitales de provincia y los municipios de Aranda del Duero (Burgos), Medina del Campo y Laguna del Duero (Valladolid) y San Andrés del Rabanedo (León), carecen de planes de contingencia para hacer frente a la sequía, según establece el Plan Hidrológico Nacional y el referido a la cuenca del Duero.

Solo el Ayuntamiento de Palencia ha presentado un documento que están analizando los técnicos de la Confederación Hidrográfico del Duero (CHD) para su próxima aprobación, según detalló a Ical el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica, Javier Herrero, quien confió en que en los primeros meses de 2018 el resto cumpla lo establecido en la normativa, con el objetivo de que estén preparados ante la persistencia de la sequía.

En ese sentido, a principios de mes, el presidente de la CHD, Juan Ignacio Diego, se dirigió por carta a los 13 ayuntamientos castellanos y leones con más de 20.000 habitantes para demandar la presentación de sus planes de acción sobre el consumo de agua, una obligación que recoge el Plan Hidrológico del Duero, aprobado en 2015. Solo el Ayuntamiento de Palencia remitió al organismo regulador de la cuenca un documento, que se está analizando y que en breve se aprobará.

La CHD espera que el próximo año los principales ayuntamientos de Castilla y León dispongan de instrumentos de planificación hidrológica de sus recursos, puesto que la gestión del abastecimiento y depuración es una competencia municipal. No obstante, los consistorios pueden elaborar y remitir estos informes hasta 2019, puesto que el plazo establecido en 2015 era de cuatro años.

Sin embargo, el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica explicó que la Confederación está pendiente del abastecimiento a todos los municipios, no solo los de mayor tamaño. De hecho, Javier Herrero señaló que Astorga (León), con 13.000 habitantes, es la población que podría ver más comprometido el consumo de agua si a medio plazo no se registran nuevas lluvias.

Al respecto, precisó que la CHD estudiará y tratará de encontrar alternativas adaptadas a la situación de cada población, puesto que debido a la "dispersión" demográfica de Castilla y León, es posible que en algunos municipios existan problemas para mantener el abastecimiento si se la pluviometría ha sido más escasa de lo habitual. Las alternativas pasarían por derivaciones de unas zonas a otras y por nuevos sondeos.

También recalcó que en general las necesidades están cubiertas casi al 100 por 100 en este momento con las reservas que almacenan los pantanos y el volumen de aguas subterráneas. Javier Herrera explicó que tendría que vivirse una situación "dramática" y "apocalíptica" para que existieran grandes problemas de abastecimiento.

Planes

Estos protocolos de actuación ante episodios de sequía, como el registrado este año con una escasez de lluvias y altas temperaturas, prioriza el consumo de agua de boca, frente a otros usos como el baldeo de calles o el riego de parques y jardines. Los planes parten de un análisis exhaustivo de los recursos hidrológicos existentes y las necesidades del municipio.

A continuación el documento debe establecer las asignaciones que en primer lugar se deben atender, como es el consumo de boca. A este uso, le seguirían otros como el baldeo de calles y el riego de parques y jardines, entre otros. El agua de consumo humano solo representa el siete por ciento del total que gestiona la CHD.