Castilla y León se ha sumado a la repulsa por los atentados de Barcelona y Cambrills con numerosas concentraciones en prácticamente la mayoría de las administraciones públicas de la comunidad. El mensaje ha sido unánime: el terror no puede vencer a la democracia.
En la sede de la Junta de Castilla y León, el presidente Juan Vicente Herrera ha puesto en valor la unidad de los partidos políticos y de la ciudadanía contra la barbarie del terrorismo. Herrera ha declarado que "no es casualidad que siguiendo una estrategia, ya conocida en otras ciudades de Europa, estos sucesos se producen en ámbitos ciudadanos en que se manifiesta una forma de ser, unos valores que ocurren en las plazas y paseos emblemáticos, que es lo que representan Las Ramblas, un ámbito de convivencia".
Por último, reconoció el trabajo de aquellos que, "desde el primer momento, en un ejercicio impecable de profesionalidad, atendieron a las víctimas y persiguieron a los autores". Al respecto, citó tanto a los efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, bomberos, protección civil y los propios ciudadanos. También la labor policial y judicial, gracias a la cual "apresarán más pronto que tarde a los autores y se les aplicará la ley para que responda el Estado de Derecho".
Como en el resto del país, las banderas de los edificios públicos ondean a media asta y así lucirán durante los tres días de luto oficial decretados.