La Guardia Civil de León investiga a tres personas a las que se considera responsables de varios de los incendios que tuvieron lugar en la provincia leonesa en la última semana, concretamente los ocurridos en las localidades de Mosteiros (Barjas), Calzadilla de los Hermanillos (El Burgo Ranero) y Villamondrín de Rueda (Valdepolo), que arrasaron una superficie global de 130 hectáreas.

Dos de los fuegos tuvieron su origen en negligencias en el uso de maquinaria agrícola mientras que el primero de ellos se considera intencionado, según la investigación en la que colaboraron agentes medioambientales y el Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Las diligencias instruidas se remitieron a los Juzgados de Instrucción de sus respectivas demarcaciones Judiciales.

Al respecto, durante la inspección ocular realizada por la patrulla del Seprona de Ponferrada tras el incendio próximo a la localidad de Mosteiros, en el que se quemaron alrededor de 40 hectáreas de monte, se hallaron en el lugar de los hechos pruebas que, unidas a la localización del punto de inicio, enfocaron las investigaciones hacia una línea que tras numerosas gestiones dio como resultado que la persona sospechosa admitiera la autoría del fuego. Durante la extinción de este incendio, intervinieron además de los medios de la Junta, agentes medioambientales y efectivos de la Guardia Civil de Villafranca del Bierzo y del Seprona.

Otro de los incendios más importantes de la provincia fue el que se produjo en la localidad de Calzadilla de los Hermanillos en el que ardieron más de 77 hectáreas, 50 de ellas de montes de encinas y robles. En este caso, las indagaciones realizadas por el Seprona junto con el informe de las causas realizado por los agentes medioambientales concluyeron que el incendio se había producido como consecuencia de las labores agrícolas realizadas por una cosechadora en una finca muy próxima al monte.

Los detenidos

Por estos motivos, se tomó declaración en calidad de investigado como presunto responsable de un supuesto delito de incendio forestal por imprudencia grave a un varón de 28 años, con domicilio en el municipio de El Burgo Ranero.

El último de los incendios esclarecidos es el que se produjo en la localidad de Villamondrín de Rueda, que calcino un total de 30 hectáreas, siete de ellas de monte alto de pino. El informe de investigación realizado por el Seprona determinó que las chispas generadas por la fricción de partes metálicas de maquinaria agrícola con piedras, una circunstancia bastante habitual en el uso de esta maquinaria, fueron las causantes del fuego, por lo que se procedió a tomar declaración en calidad de investigado a un varón de 27 años de edad como presunto autor de un delito de incendio forestal por imprudencia grave.

Según fuentes de la investigación, el hombre estaría utilizando un tractor con una segadora en un terreno situado a menos de 400 metros del monte, en época de peligro, lo cual no cumple con las medidas preventivas establecidas al no contar con los medios de extinción necesarios para prevenir un posible conato de incendio. Además, se da la circunstancia de que en esas fechas, estaba declarada la situación de alerta por riesgo meteorológico de incendios forestales en toda Castilla y León.